lunes, 30 de diciembre de 2013

Diez perros policías llegarán a reforzar el escuadrón en 2014

Hicha y su amo, el patrullero álvarez, aún comparten actividades de búsqueda de explosivos en operativos de control menos complejos, lo que aún mantiene feliz a esta pastor belga malinois.
 
Minutos después de haber hallado en una caleta unas bolsas con droga, en medio de una jornada de erradicación de cultivos ilícitos en un municipio del Catatumbo, Hicha corrió al lado de su amo para esquivar los balazos que les llovían de las montañas, pero en el trayecto la perra pastor belga malinois, fue herida en una de sus patas traseras.

Al verla ensangrentada, su guía canino no dudó en regresar por ella, recogerla y ponerla en un lugar seguro, mientras esperaban un helicóptero que la evacuó, pues el fin era salvarle la vida al animal, que por años hizo lo mismo con policías y soldados de Norte de Santander.

Tres años después de lo sucedido, Hicha aún hace parte del grupo canino de la Policía Metropolitana de Cúcuta tras haber superado una cirugía en la que le pusieron una platina en su pata trasera derecha y, aunque esta extremidad quedó más corta que las otras tres, la perra es una de las más consentidas del grupo, con sede en el Parque del Agua de Los Patios.
 

 La otra parte del binomio, como se le llama al amo que conduce al perro, es el patrullero Luis Alberto Álvarez, quien ha sido fundamental en la recuperación de la perra, de 6 años de edad.

“Recuerdo que tuvo que aguantar un día completo para llegar a Cúcuta para poder hospitalizarla. Quedó con fractura en la cadera y por eso tiene una patica más corta, pero eso no es ningún obstáculo, porque su olfato lo tiene intacto”, expresó su amo.

Sus ladridos, aún muy fuertes, y dar la señal de alerta al encontrar cualquier tipo de dinamita, son premiados con una toalla blanca o con una pelota de caucho, con los que inició su entrenamiento para hacer parte del grupo.

Sentarse es la señal para que los uniformados empiecen a buscar lo que la canina olfateó, lo que se convierte en la fortaleza de este grupo de policías en la región que, en parte, será renovado el próximo año.
 

El subintendente de la Unidad Canina de la Policía Metropolitana de Cúcuta, Hugo Caro, afirmó que uno de los proyectos que tienen para 2014 es traer para la región 10 perros nuevos, pues actualmente hay varios que son declarados patrimonio de la institución al haber sido heridos en combates o al presentar vejez.

“Acá todos los perros son nuestros consentidos, por eso se quedarán acá haciendo parte de la institución, pero ya está proyectado traer cinco perros para apoyar a los antinarcóticos y cinco más para los antiexplosivos”, explicó el uniformado.

Actualmente este grupo cuenta con 17 perros que se dividen labores de seguridad en el aeropuerto Camilo Daza, en la Gobernación de Norte de Santander, en la Alcaldía, en el estadio General Santander y en diferentes instituciones de Ocaña y Tibú.
 
 
 

jueves, 26 de diciembre de 2013

Navidad canina


LA NAVIDAD es una fiesta para pasar con alguien los obligados fríos. Yo la pasaré con mis perrillos.
 
De todas las criaturas de este mundo, son quienes más se alegran de tenerme a su lado; para quien yo, sin duda, soy lo más necesario: más que el pavo, el turrón y el besugo, para quien los consiga...
 
Todo perro, en el fondo, es amo de su amo: porque él es el amante. Cuando un perro entra en una casa, la primera semana le hace compañía a quien lo entró; la segunda, es ya quien lo entró quien le hace al perro compañía; la tercera, quien lo entró se da cuenta de que la forma que tiene un perro de acompañar es pedir que lo acompañen.
 
 
En Nochebuena, junto a Mambrú y Olé, pensaré en los perros sin amo. Es decir, evitaré pensar en mí y en sentir celos de los perros ajenos. Y desde aquí, en el campo, pensaré en la soledad que nos acompaña... Por las calles de las grandes ciudades, por los campos tan fríos y tan solos... Pensaré en los perros, y en los que no somos, de momento, perros a los que nadie quiso retener, a los que nadie se ha acercado nunca para ponerles un nombre y un collar. A quienes nacieron para vivir una vida baldía.
 
 

domingo, 22 de diciembre de 2013

La Guardia Civil busca perros de contrabando en tiendas de mascotas

 
Agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil de Jaén están visitando tiendas de mascotas y establecimientos relacionados con los animales de compañía en busca de peros y gatos 'sin papeles' o que procedan de redes de comercio ilegal. Un mercado que mueve millones de euros al año y en el que operan organizaciones con raíces en el Este de Europa. No ha trascendido que de momento se haya detectado alguna irregularidad en la provincia de Jaén, pero la batida -extensión de los controles rutinarios que se hacen a este tipo de establecimientos- continúa. La Navidad es el momento de año en el que más mascotas se compran, como regalo a niños.
 
El operativo se ha establecido a nivel nacional, con el objetivo de localizar el movimiento de perros y gatos, fundamentalmente perros, y comprobar que toda la documentación está en regla, y que los registros sanitarios obligatorios están al día.
 
 
Ya se han encontrado evidencias de que han organizaciones que abastecen de forma ilegal el mercado. El Aragón se interceptó hace días un camión que transportaba 125 cachorros de perro de menos de dos meses (legalmente no pueden introducirse en España con menos de cuatro), dispuestos para ser distribuidos y puestos a la venta en diferentes tiendas de animales. Todos ellos eran perros de raza y con pedigrí, por lo que la puesta en el mercado de la 'mercancía' les habría reportado cuantiosos beneficios. El camión transportaba ejemplares de bichón maltés, bulldog inglés, pincher, shih tzu, carlinos, pomerania y yorkshire.
 
 
Las inspecciones se han extendido también a las empresas de transporte y entrega de paquetería a domicilio, pues buena parte del comercio de mascotas se hace no presencialmente en establecimientos legales sino a través de internet, entre particulares (o al menos es la apariencia que se le quiere dar) y con envíos de larga distancia.
 
 
La sospecha es que se falsifican pedigríes y documentos que acreditan el origen de los animales, con lo que se trata además de un engaño a los consumidores y entraña un riesgo, pues se mueven animales entre países sin los pertinentes controles sanitarios.
 
 

jueves, 19 de diciembre de 2013

Carta de un trabajador de Centro Antirrábico

 
Estimados:
 
Creo que nuestra sociedad necesita una llamada de atención.
 
 
Como responsable de una perrera, voy a compartir algo con ustedes… una mirada desde “dentro”, si me lo permiten.
 
Antes que nada, todos los que son vendedores/criadores de animales deberían al menos trabajar un día en una perrera. Tal vez si ven la mirada triste, perdida, los ojos confusos, los harían cambiar de opinión sobre criar y luego vender a personas que ni siquiera conocen. Ese cachorro que acabas de vender terminará posiblemente en mi perrera cuando deje de ser un perrito lindo. Entonces, ¿cómo te sentirías si supieras que hay una probabilidad del 90% de que ese perro nunca salga de la perrera si es que llega a parar allí? Sea de raza o no.
 
 
El 50% de los perros que entran en mi centro, abandonados o callejeros, son de raza pura. Las excusas más comunes que escucho son: “Nos mudamos y no podemos llevarnos a nuestro perro/gato”. ¿En serio? ¿A dónde te mudas que no te permiten tener mascotas y por qué has elegido ese lugar en vez de otro donde sí puedas tenerla? “El perro se hizo más grande de lo que creíamos”. ¡¿Y cuanto te pensabas que crecía un pastor alemán?! “No tengo tiempo para ella”. ¿De veras? Yo trabajo 10 o 12 horas al día y aun así tengo tiempo para mis 6 perros. “Está destrozándonos el patio”. ¿Y porque no lo tienes adentro con nosotros? Siempre me dicen: “No queremos insistirte en que le busques un hogar, porque sabemos que lo adoptarán, es un buen perro”.
 
 
Lo triste es que tu mascota NO será adoptada y ¿sabes lo estresante que es una perrera? Bueno, pues déjame que te cuente: Tu mascota tiene 72 horas para encontrar una nueva familia desde el momento en que la dejes. A veces un poco más si la perrera no está llena y consigue ingeniárselas para mantenerse completamente sano. Si se resfría, se muere.
 
Los gatos no se libran de una muerte segura. Tu mascota estará confinada en una pequeña jaula, rodeada de ladridos y llantos de otros 25 animales. Estará deprimido y llorará constantemente por la familia que lo ha abandonado. Si tiene suerte, y cuento con suficientes voluntarios, quizá podrán sacarlo de paseo ocasionalmente. Si no, tu mascota no recibirá ninguna atención, aparte de un plato de comida deslizado bajo la puerta de la jaula y manguerazos de agua.
 
 
Si tu perro es grande, negro o cualquier raza “bull” (pit bull, mastín…) lo has conducido a la muerte desde el momento que cruzó la puerta. Esos perros no suelen ser adoptados. No importa lo “dulce” que sea o lo “amaestrado” que esté. Si tu perro no es adoptado en las 72 horas desde su entrada y el refugio está lleno, será sacrificado.
 
 
Si el albergue no está lleno y tu perro es suficientemente bueno y de una raza atractiva, es posible que se pueda retrasar su ejecución, aunque no por mucho tiempo. La mayoría de los perros se ponen en jaulas de protección y se les sacrifica si muestran agresividad. Incluso el perro más tranquilo, es capaz de cambiar en este entorno. Si tu mascota se contagia de la tos de las perreras (traqueobronquitis infecciosa canina) o cualquier otra infección respiratoria, será sacrificado de inmediato, simplemente porque en las perreras no tenemos recursos para pagar tratamientos.
 
 
Esta en nuestra mano que esto no vuelva a repetirse.
 
 
Y he aquí algo sobre la muerte para aquellos que nunca han sido testigos de cómo un animal, perfectamente sano, será sacrificado:
 
* En primer lugar, lo sacarán de la jaula con una correa. Los perros siempre piensan que van a dar un paseo, salen felices, moviendo la cola….
 
 
* Hasta que llegan a “la habitación”, allí todos frenan en seco. Deben oler o captar la muerte o sentir las almas tristes que se quedaron allí. Es extraño, pero sucede con todos y cada uno de ellos.
 
 
* Tu perro o gato se verá sujeto por 1 o 2 técnicos veterinarios, dependiendo del tamaño y de lo nervioso que este. A continuación, se le introduce un electrodo por el ano y otro en el hocico, para ser electrocutados aullando de dolor. Esperemos que tu mascota no se asuste al sentirse presa. . Todos no “duermen” inmediatamente. A veces sufren espasmos durante un rato, se ahogan y se defecan encima. 
 
 
* Cuando ha terminado, el cadáver de tu mascota será apilado como un leño, en un gran congelador trasero, con todos los otros animales, a la espera de ser recogidos como basura.
 
 
* ¿Qué sucede después? ¿Será incinerado? ¿Lo llevan al vertedero? ¿Lo convertirán en comida para mascotas? Nunca lo sabrás y probablemente nunca te lo plantearás. Solo era un animal y siempre puedes comprar otro, ¿no?
 
 
Espero que si has leído hasta aquí, se te hayan empañado los ojos y no puedas sacarlos de la cabeza, las imágenes que ocupan mi mente todos los días cuando vuelvo a casa desde el trabajo.
 
 
Odio mi trabajo, odio que exista y odio saber que siempre existirá ....a menos que , la gente, cambie y se de cuenta de las vidas que perjudican son muchas más, aparte de la que dejas en la perrera.
 
Entre 9 y 11 millones de animales mueren a diario en las perreras y solo tú puedes parar esto. Yo hago todo lo posible por salvar todas las vidas que puedo, pero los refugios (protectoras) siempre están llenos y cada día hay más animales que entran que los que salen.
 
 
NO CRÍES O COMPRES MIENTRAS HAYA PERROS y GATOS MURIENDO EN LAS PERRERAS.
 
 
Ódiame si quieres. La verdad duele y la realidad es lo que es. Sólo espero que con esto alguna persona haya cambiado de idea acerca de la cría, de abandonar su mascota en una perrera o de comprar un perro.
 
 
Ojalá alguien entre alguien en mi trabajo y me diga “he leído esto y quiero adoptar”. Eso haría que mereciese la pena.
 
Por favor, si quieres que esto cambie, difunde esta carta.
 
 
ANÓNIMO DE UN TRABAJADOR DE ANTIRRÁBICO
 
 

domingo, 15 de diciembre de 2013

¿Por qué los perros sufren de epilepsia?

 
Los perros no están exentos de sufrir epilepsia, pueden presentar esta enfermedad en cualquier momento de su vida.
 
Las causas son diversas, por lo que hay controversia al tratar de definir este trastorno.
 
Se considera un problema a nivel neurológico porque evidencia una falta de control en la corteza cerebral del perro.
 
Jorge Rivas, neurólogo veterinario, afirma que se habla de epilepsia cuando se presentan convulsiones de manera repetitiva, sin importar cuál es el origen del problema.
 
La convulsión es un síndrome y constituye la principal manifestación de la epilepsia.
 
Es signo de un desequilibrio en la actividad eléctrica del cerebro. Es una falla que causa movimientos involuntarios, define Gustavo Carrasco, médico veterinario. Explica que el canino debe ser sometido a pruebas para localizar la causa de los episodios.
 
 
El origen del problema varía
 
En la mayoría de los casos, la epilepsia se transmite de manera hereditaria. Los poodle son una raza que padece ataques por herencia. Hay otras razas que tienen mayor incidencia de esta enfermedad. De acuerdo con Rivas, en los golden retriever y en los perros labradores es más común que se presenten estos episodios.
 
 
Hay esquemas para clasificar las convulsiones. Sin embargo, consisten en que el perro pierde control sobre su cuerpo, se pone rígido y tiene contracciones involuntarias y salivación en exceso. En algunas ocasiones, puede orinar o defecar de manera inconsciente. A veces, el perro aúlla o llora durante el ataque, señala Rivas.
 
 
Añade que el propietario debe ser consciente de que las manifestaciones se presentan por episodio. A eso se le llama síndrome paroximal, por lo general tienen una duración de dos minutos y una vez que pasa el perro se encuentra bien.
 
Otras causas
 
La epilepsia no siempre es hereditaria, por lo que puede afectar a cualquier canino. Carrasco indica que no es frecuente la aparición de la enfermedad de manera adquirida. Por lo general, es una consecuencia secundaria de malestares en otros órganos.
 
No siempre son inconvenientes del cerebro.
 
 
Rivas explica que el trastorno se clasifica en cuatro tipos: las primarias y más comunes son denominadas idiopáticas. Es ocasionada porque existe un desorden eléctrico en las neuronas de la corteza superficial del cerebro del animal. Se polarizan sin control. El canino desarrolla la enfermedad entre los dos y los cuatro años de edad.
 
La epilepsia de tipo secundario, llamada sintomática, se presenta cuando los ataques son producto de una alteración propia del sistema nervioso.
 
El tercer tipo son los llamados reactivos, que tiene como base una padecimiento orgánico identificable. En lugar de encontrarse en el sistema nervioso, la patología comienza en órganos como los riñones, el corazón, el hígado o los pulmones. Afecta a animales de cualquier edad. En ese caso, no es una condición crónica. Las convulsiones desaparecen si la enfermedad de base es erradicada. No es necesario colocar ningún otro tipo de medicamento. Carrasco afirma que en ocasiones se produce por un tumor cerebral. Eso se determina por medio de una radiografía, afirma. Explica que también puede ser un problema de glucosa, lo que se observa al realizar un examen de sangre. En ocasiones, responden a intoxicaciones o a causa de parásitos, aunque este caso es poco común.
 
Por último, está la de tipo criptogénica. Es parecido a la epilepsia primaria. Rivas afirma que la única diferencia es que se presenta en una edad avanzada del animal. Las causas de esta categoría de epilepsia no se conocen.
 
Tratamiento
 
 
No todos los pacientes con epilepsia requieren tratamiento. Cuando son ataques de corta duración y poca frecuencia no es necesaria la ingesta de drogas. Sin embargo, cuando ocurren más de dos ataques en un lapso de cuatro semanas el animal debe ser sometido a medicamento.
 
Existen varias formas de medicar. Lo más común es que el veterinario asigne un remedio que el propietario pueda aplicar a su mascota en el hogar.
 
 
Carrasco afirma que la dosis disminuye progresivamente cuando las convulsiones se hacen menos frecuentes. El proceso finaliza cuando las convulsiones son erradicadas. En caso de que no disminuyan, el tratamiento funciona para reducir la cantidad de ataques.
 
En casos severos habrá que inyectar. Debe ser colocada por los especialistas en la clínica veterinaria. La medida se toma cuando el paciente presenta convulsiones muy frecuentes. En ocasiones, los episodios aparecen con minutos de diferencia. Rivas explica que los ataques seguidos son un peligro y no pueden ser tratados en casa. Advierte también que no en todos los casos se logra que la epilepsia desaparezca. Sin embargo, disminuye la frecuencia de los episodios.
 
 
El ataque epiléptico no es letal. Aún así, el propietario debe ser cuidadoso. Es importante que acompañe al perro durante el episodio y no lo mueva bruscamente ni intente sostener su lengua, pues puede resultar herido o mordido. Rivas asegura que los perros, a diferencia de los humanos, no se tragan la lengua en estos momentos. Por tanto, no existe el riesgo de que el animal se ahogue.
 
Sin embargo, los ataques pueden resultar fatales por causas accidentales. Es decir, cuando el perro se golpea con algún objeto o cae por unas escaleras.
 
Es necesario que el dueño esté atento. Hay ciertos indicios de que el animal está a punto de tener un episodio. La persona a cargo debe asegurarse de que su mascota esté en un lugar apartado donde no haya riesgo de que se haga daño.
 
 
 
Os dejamos un vídeo que nos parece muy útil ante la manera de cómo actuar si nuestro perro tiene convulsiones o sufre un ataque epiléptico. 
 
En cualquier caso y si tenéis una duda, os aconsejamos que os asesoréis con vuestro veterinario.
 


martes, 10 de diciembre de 2013

Beneficios de tener perro

 
Los beneficios de tener perro son inmensos, tanto psicológica como físicamente. Además de ser un curioso antídoto anti-estrés, incrementan la autoestima, favorecen la relajación y son una constante fuente de motivación para el dueño.
 
Los perros son una experiencia enriquecedora en las familias. A los niños, por ejemplo, les enseña el significado del respeto, la responsabilidad y el juego compartido. Crean una amistad basada en el amor por la mascota y esto ayuda al niño a crecer, a comunicarse y a sentirse aceptado y amado en su círculo social. Les ayuda a crecer más fuertes y saludables.
 
 
Tener perro mejora el humor, pues al ser una fuente de energía y estimulación, nos hacen sonreír más frecuentemente y a ser más optimista con los acontecimientos que nos rodean. Disfrutamos así de las cosas sencillas que nos rodean más fácilmente. Vemos el vaso más veces lleno que vacío.
 
Como el perro tiene que salir a la calle como mínimo tres veces al día, nos obliga a tener unos horarios y, con ello, a ser más activos. Muy frecuentemente esto nos ayuda a mejorar nuestra vida social, pues solemos coincidir con otras personas dueños de otros canes en parques y zonas habilitadas.
 
 
Además, como el perro necesita jugar y correr, nos obliga a desconectar de la rutina diaria y a unirnos a él en sus juegos, con lo que hacemos ejercicio metal y físico sin apenas darnos cuenta.
 
Contra la soledad, el perro es la mejor medicina. Además de ofrecernos compañía gratuita, su presencia hace que nos sintamos más queridos, seguros y protegidos. Son los únicos interlocutores que no juzgarán nuestras palabras, ayudando a sentirnos más seguros, confiados y firmes en nuestras decisiones.
 
 
Tener la seguridad de que podemos hablar con ellos en cualquier momento, nos ayuda a ser más reflexivos y comunicativos con los demás. Son una fuente inagotable de desahogo que nos aportan continuos beneficios.
 
Además, el acariciarles en un espacio cómodo y familiar reduce la presión arterial, aportándonos tranquilidad, paz y sosiego a nuestra vida.
 
Tener perro también tiene beneficios medicinales. Por ejemplo, favorecen la recuperación de enfermedades. Hay estudios que han demostrado que los enfermos que han sufrido infartos o cirugías tienen una recuperación más rápida si tienen mascota frente a aquellos que no la tienen.
 
 
Y, por supuesto, no podemos dejar de hablar de aquellas mascotas que son los ojos, los oídos y las piernas de las personas discapacitadas. Los beneficios para ellos son de incalculable valor.
 
Incluso, podemos hablar de beneficios de tener una mascota en las embarazadas, pues su presencia, su alegría y el sacarlas a pasear, reducen la ansiedad y favorecen un embarazo más relajante, ayudándolas también a mantener su peso dentro de los límites saludables para su gestación.  
 
 
No hay ninguna duda. Tener un perro en casa sólo aporta beneficios. Sí, tenemos que alimentarles, llevarles al veterinario rutinariamente y sacarles a pasear pero... ¿qué es eso comparado con lo que ellos nos dan?
 
 

viernes, 6 de diciembre de 2013

El juguete de mi perro

 
El perro es un animal social que necesita jugar para crecer, aprender, madurar y quemar energía. El juego, además, les hace desarrollarse psicológica y emocionalmente, lo que es fundamental para evitar malas conductas futuras.

Si a esto le añadimos que a nuestros amigos peludos les encanta jugar con sus dueños, ¡es perfecto! Así mejoramos nuestra relación con ellos, afianzando nuestros lazos de amistad y asentando mejor el papel del dueño como líder y el del perro como amigo fiel.

A través del juego podemos enseñarles a usar correctamente sus instintos y su fuerza. Esto es importantísimo porque muchas veces jugamos con ellos a morder un juguete (una cuerda, un rodillo,...), pero no les enseñamos a diferenciar cuándo deben morder más o menos fuerte.

 
Si a estas "enseñanzas" que el perro debe experimentar (nosotros aconsejamos que así sea), le sumamos el hecho de que el vínculo dueño-perro se afianza y de que es una buena forma de quemar energía, el juego debe ser una lección continua y diaria en la vida de nuestro can. ¡Todo son beneficios!
 
Beneficios de los juguetes
 
La pelota

Jugar con nuestro perro a la pelota es fantástico. Es un juego excepcional para que hagan ejercicio físico y para que gasten energía residual. Pero como es un juego basado en la secuencia de caza, no todos los canes son partidarios de participar, pero para estos perros ya existen otros juegos diferentes.

 
Jugar a la pelota debe ser un juego divertido para nuestra mascota. El juego consistirá en lanzarle la pelota al can que irá corriendo hacia ella y nos la devolverá para que nuevamente se la volvamos a lanzar, siendo ésta una secuencia que repetiremos varias veces; lanzando la pelota en diferentes direcciones y de diferentes maneras, para que el can no se acostumbre.

Este tipo de juego es estupendo para estrechar lazos, pues el papel del "juego con el dueño" es fundamental y necesario.

Podemos jugar con nuestro perro a la pelota dos o tres veces al día y, para evitar que se convierta en una obsesión para él, nosotros seremos lo que debemos decidir cuándo el juego debe acabar con una orden y un gesto. Por ejemplo, "se acabó", "ya está" o cualquier orden similar, acompañada de un gesto de las manos (mostrándolas, levantándolas, guardándolas en los bolsillos,...). Por supuesto, debemos guardar la pelota después.

Mordedores

Otro tipo de juego es la cuerda trenzada, el rodillo o cualquier juguete que se pueda morder con seguridad.


El mordedor (cuerda trenzada, rodillo,...) les hace fortalecer la mandíbula. Es un juego natural que el perro desarrolla desde cachorro, pues a casi todos los perros les gusta el tira y afloja. Refuerza el vínculo con el dueño, pues es un juego compartido, y favorece que nuestros canes nos vean de manera más atractiva.

Nos permite trabajar el autocontrol del animal, pues somos nosotros -los dueños- los que decidimos cuándo empieza el juego y cuándo debe finalizar. Esto es importante porque, además de jugar con el perro y reforzar vínculos, les enseñamos pautas de comportamiento.

En los casos de cachorros destrozones, es fundamental enseñarles qué tipo de juguetes pueden morder y qué objetos no deben morder. Este juego favorece esa distinción, siempre y cuando juguemos con él con el mismo juguete.


Juegos inteligentes

Otro tipo de juguetes son los Kong (y sus variedades) o juegos inteligentes. Este tipo de juegos fomentan la inteligencia del can, desarrollan su memoria y favorecen su determinación. Además, en el caso del Kong, por ejemplo, pueden tardar horas en sacar la galletita del hueco.

La mayor parte de ellos, son juegos individuales, pues son juegos que no necesitan de nosotros para ser ejecutados (exceptuando el hecho de que tenemos que esconder los premios). Son juegos que desarrollan su capacidad de resolver problemas y, por conseguir el premio, los canes son capaces de pasarse horas jugando.

Este tipo de juegos son ideales para realizarlos a media mañana o a media tarde, pues es fundamental que el perro tenga hambre para que esté decidido a conseguir su premio. Es importante decidir cuántos premios va a tener que buscar tu mascota, así sabrás cuándo finalizar la actividad. También es importante alabar al can cuando haya ganado el premio, pues es importante que quiera volver a jugar.

Otros juegos
 
En ocasiones, los juguetes que eligen nuestras mascotas para entretenerse no son las que hemos dispuesto para ello (zapatillas, las patas de la mesa, el sofá,...). Es en estas ocasiones cuando debemos marcarles nuevas pautas de comportamiento: Jugar a morder el sofá está mal y jugar a morder la cuerda trenzada está bien.

 
Normalmente, en estos casos, el can tiene demasiada energía que agotar. Necesita ejercicio físico y mental para quemarla y, sobre todo, para agotarse.

Nosotros recomendamos largos paseos mezclados con algunos de estos juegos. Siempre es interesante variar el juego para que el can no se canse de jugar con nosotros. Recordad que lo fundamental es su deseo de jugar y de que ese deseo sea con nosotros.

A veces me pregunto: ¿no seré yo el juguete de mi perro?