sábado, 27 de abril de 2013

La historia de dos amigas: Alba y Yuki

Cualquier día, o un día cualquiera, Alba decidió tener una perrita que le hiciera compañía y con la que jugar; aunque ella todavía no sabía que esta perrita iba a ser todo un Ferrari.


Yuki, una cachorra bañada en color chocolate mestiza de Pitbull y American Stanford, es un puro cóctel de facciones y características de ambas razas: cara de “Pit” mezclado con la envergadura y poderío de “American”. Su mirada, en cambio, al igual que su carácter, es cándidamente noble; magnetiza.
Nuestra pequeña amiga tiene una infinita energía por encima de lo normal y, a pesar de su juventud, unas cualidades físicas y psicológicas muy bien desarrolladas.

Alba me presentó a una Yuki con múltiples problemas de conducta. Su eterna energía la impedía mantener una marcha al pie, no se sentaba ni se tumbaba, y lo más problemático: no respondía a la llamada de su dueña.


Por todo ello, Alba se puso en contacto conmigo. Concertamos una cita en la que estudié conjuntamente a Yuki y a su dueña por medio de una entrevista etológica. Creando un diagnóstico de adiestramiento, comenzamos el mismo al día siguiente.


Satisfactoriamente, el inicio del adiestramiento fue viento en popa, ya que Yuki presentaba una sensibilidad óptima. Los objetivos que nos íbamos marcando se iban consiguiendo en un corto plazo de tiempo, siendo dadas las sesiones junto a su dueña, que realizó el seguimiento del adiestramiento en primera persona.


Las primeras sesiones de nuestra amiga las comenzamos en zonas tranquilas, para ir progresando y acercarnos poco a poco a la urbe donde - incapaz de aguantar las tentaciones- se distraía fácilmente con personas haciendo footing o niños en bicicleta o jugando. Aunque en un cachorro esa actitud es muy normal, el porte de esta perrita impone y asusta. Sin embargo, no tiene maldad. Eso las personas lo entendían rápidamente. Es una perrita fácil de querer.

Finalizando el adiestramiento, Yuki consiguió cumplir todos los objetivos marcados inicialmente. Alba, su dueña, y yo, como adiestrador canino, éramos felices. Habíamos conseguido que se convirtiera en una compañera  de carácter estable y educado.


Sin embargo, tiempo después, recibí una llamada: Alba. El comportamiento de Yuki había cambiado: su conducta era inusual. Tras varias visitas esporádicas para un control exhaustivo de la perrita y para mi mayor tranquilidad, la perrita empezó a mostrar cierto retroceso en su aprendizaje. Consulté a varios compañeros de profesión, sin poder obtener ninguna visión nueva y diferente.

Observando un miedo de origen desconocido a la orden de llamada, finalmente decidí llevarme a la perrita a una propiedad particular en la sierra junto a mis tres cocker spaniel inglés (Ray-Charles, Wanda y Gitana), perros que adoro. Alba, sabiendo que era lo mejor para las dos, accedió.

Yuki empezó este nuevo viaje acompañada de mi pequeña manada. El primer contacto fue satisfactorio, pues su carácter ayudaba mucho. Una vez llegamos a la propiedad, la pequeña mostró desconfianza y un recelo sibilino y justificado hacía mí y todo lo que la rodeaba. Todo era nuevo y desconocido. Tras unas primeras horas colmadas de paciencia y dedicación, conseguí que se acercase a mí al llamarla. Finalmente, cuando el hambre y la sed la calaron, no tuvo más remedio que abdicar. El resto de la noche transcurrió sin ningún dato relevante.


A la mañana siguiente, durante el entrenamiento, comprobé que la perrita mostraba aprensión al ejecutar yo ciertos movimientos bruscos. Viendo esto, modifiqué la forma de ejecutar los ejercicios, dejándola. Esto me permitía leer su comportamiento y sus reacciones físicas a cada uno de mis movimientos.

Tal y como hicimos en su ámbito familiar, este adiestramiento comenzó en zona rural, trasladando poco a poco a la perrita a la urbe, donde hay más posibilidades de distracción: personas, otros animales, ruidos,…


Comprendí así que Yuki tiene muchísimo potencial y necesita ejercitarlo, tanto física como psíquicamente. Ella pide el mismo respeto que te da. Su mente, tan abierta y juguetona, necesita agotarse. Yuki es una cachorra que necesita muchísimo ejercicio físico, muchísima actividad y muchísimo movimiento. Descubriendo esto, el final del entrenamiento fue muy satisfactorio: su actitud definitivamente ha cambiado.


Después de todo el proceso, he de decir que Yuki me ha enseñado a ser aún más paciente. Efectivamente, cada perro es un mundo y ella me ha demostrado que –una vez más- la regla se ha cumplido.


martes, 16 de abril de 2013

Entrevista realizada por Alessandra Martín para Pets&Pets

Ángel Álvarez, monitor canino de Toysacan, en colaboración con la tienda Pets&Pets, realiza una entrevista con Alessandra Martín, periodista, en donde explicamos la importancia de tener un perro educado, ya que tener un perro bien educado hace que podamos disfrutar al máximo de su compañía, ya que fortalece la comunicación entre humano y perro.

Para conocer el comportamiento natural de tu perro, Toysacan, en colaboración con la tienda Pets&Pets, ofrece un estudio etológico desde sólo 12€.

Puedes ver el vídeo completo de la entrevista en el siguiente enlace:

http://www.youtube.com/watch?v=rRUQkjPoSo8

Agradecimientos a:



PETS&PETS
c/Canillas, 102, Madrid
Teléfono 910827349
www.petsandpets.es









Alessandra Martín
Periodista

viernes, 12 de abril de 2013

Consulta etológica canina


Fuente DePerros.org, un sitio para gente de perros

La etología es la rama de la biología conductual que estudia el comportamiento natural de los animales, concentrándose principalmente en las conductas instintivas.

A partir de la década de los 40, algunos científicos emplearon a los lobos como modelos para estudiar, desde la perspectiva etológica, las relaciones en grupos de animales sociales. Estos estudios dieron origen a las ideas de la dominancia y el estatus "alfa" de los lobos dominantes.


Como los biólogos de la conducta se enfocaban casi exclusivamente en especies silvestres, existían pocos estudios realizados en perros. Entonces, las ideas de dominancia y "lobo alfa" fueron adoptadas por los adiestradores, bajo el supuesto que la etología del perro es igual (o casi igual) a la etología del lobo.

Lastimosamente se cometieron dos errores muy grandes al trasladar los estudios en lobos al adiestramiento de perros. El primero de estos errores fue que los estudios iniciales estaban sesgados y tenían muchos supuestos que no se cumplen en la realidad. Se habían estudiado interacciones entre lobos de grupos formados en cautiverio y al azar, cuya conducta no correspondía a la de manadas formadas naturalmente.

El segundo error fue considerar que la relación entre lobos de una manada era similar a la relación entre las personas y sus perros. Así, la "traducción" de estos estudios etológicos al adiestramiento canino fue forzada y se buscaron conductas del perro que pudiesen ajustarse a la idea de la dominancia y el "perro alfa".

A continuación conocerás algunos mitos acerca de la dominancia que debes evitar, y algunos signos de estrés del perro que te ayudarán a encarar mejor las sesiones de adiestramiento.


La dominancia en el adiestramiento canino

En el adiestramiento canino se habla con frecuencia de jerarquías, dominancia, "perro alfa" (perro dominante), castigo jerárquico y otras cosas similares. Es común que los problemas de conducta del perro se asocien, equivocadamente, con la dominancia: si el perro jala la correa es dominante, si sube a la cama es dominante, si come antes es dominante, si gruñe o ladra es dominante, etc.

La verdad es que las jerarquías entre perros no son estables, sino dinámicas, y normalmente no se determinan por la fuerza. Más aún, en muchas interacciones entre perros no existen actitudes de dominancia de ningún tipo, ya que no es necesario establecer jerarquías en todo contacto social. Las únicas interacciones que suelen derivar en lucha son las que tienen que ver con el acceso a recursos limitados, como hembras en celo o comida (en ciertas circunstancias).


Por tanto, olvídate de las ideas de la dominancia y el "perro alfa". No necesitas apelar a estos conceptos erróneos para entrenar a tu perro. De hecho, estas ideas han causado más daños que beneficios en el adiestramiento canino.

Podrás controlar la conducta de tu perro controlando los recursos que son importantes para él, como la comida, los juguetes, los paseos, etc.

Existen cuatro técnicas para someter al perro, que son particularmente peligrosas porque pueden provocar una reacción defensiva por parte del animal. NUNCA las debes realizar porque, además de ser riesgosas, arruinarán la relación que tienes con tu perro. Estas técnicas son:
  • Mantener al perro de espaldas, sujetándolo por las mejillas o el cuello hasta que deje de ofrecer resistencia. Esta técnica se conoce como "alpha roll-over" o "dominance down" y es muy dañina.
  • Levantar al perro sujetándolo del pellejo de la grupa y el cuello.
  • Sujetar al perro por el pellejo del cuello y arrastrarlo o zarandearlo.
  • Arrastrar al perro sujetándolo por el hocico.
Te menciono estas técnicas para que las reconozcas por si algún adiestrador de la vieja escuela te las sugiere, pero por favor no las realices. Tu perro no se merece ese maltrato.


Signos de estrés

Aunque muchos manuales de adiestramiento hablan acerca de la etología canina (real o ficticia), pocos son los que explican el lenguaje corporal de los perros. Este lenguaje es importante porque te permite interpretar el estado emocional de tu perro, aunque sólo sea de manera general.

Aunque no puedo explicar en detalle el lenguaje corporal del perro en un artículo, a continuación te indico algunas conductas básicas que presentan los perros cuando se sienten estresados, confundidos o amenazados. Si tu perro se siente estresado, confundido o amenazado durante las sesiones de adiestramiento, puede presentar alguna o varias de las siguientes conductas:
  • Gira la cabeza hacia un costado, evitando el contacto visual.
  • No acepta comida.
  • Se rasca.
  • Se mordisquea a sí mismo.
  • Mordisquea objetos constantemente.
  • Se lame el cuerpo.
  • Lame repetidamente sus labios o nariz.
  • Olfatea el suelo.
  • Se queda inmóvil o realiza movimientos muy lentos.
  • Se echa de espaldas (panza arriba).
  • Bosteza.
  • Hace pis.
  • En machos, erección del pene sin motivación sexual.
Estos no son los únicos signos de estrés y ansiedad en perros, pero son los más comunes. Por supuesto, estos signos dependen del contexto. Si tu perro acaba de comer, quizás no acepte comida porque está lleno. O puede rascarse porque le pica algo, olfatear el suelo porque encontró un olor interesante, mordisquear sus juguetes porque está jugando, hacer pis porque tiene ganas, etc. Sin embargo, estas conductas serán muy raras durante las sesiones de adiestramiento.

Así que no pienses que tu perro es un maldito desobediente si empieza a rascarse o a olfatear el suelo en medio de una sesión de adiestramiento. Quizás está confundido o estresado.

¿Por qué mi perro...?

Por supuesto, si lo deseas, puedes ponerte en contacto con nosotros, bien por teléfono bien por email, para una evaluación del comportamiento de tu perro: nerviosismo, angustia, agresividad...

Consulta individual de 50 minutos. Es imprescindible que se acuda con el perro para poder evaluarlo. Consulta tarifas.

Siempre abogamos por el bienestar y en pro de la relación humano-animal.


sábado, 6 de abril de 2013

El perro más pequeño del mundo

Little Meysi


Little Meysi, es un terrier polca que pesa 250 gramos y mide 7 centímetros, tres menos que el perro que hasta ahora ostentaba el actual récord mundial de can más pequeño del mundo. Era tan minúsculo al nacer que su dueño casi lo tira a la basura creyendo que era un trozo de placenta.

Meysi es un diminituo Terrier de 3 meses de edad oriundo de Polonia, quien al momento de nacer pesó apenas 44 gramos y hoy ya se empina por los 92, pero los veterinarios no creen que crezca más.

Así lo explicó la dueña del cachorro, Anna Pohl, quien comentó en declaraciones recogidas por la ABC News, que pensó que su perro no sobreviviría, y que hizo grandes esfuerzos para mantenerlo con vida... y lo logró.

"Lo peor fueron las primeras seis semanas" confesó Pohl, quien alimentó a Meysi con una jeringuilla. "Le daba de comer día y noche, cada media hora. A veces, me quedaba sin fuerzas y tenía que llamar al trabajo para no ir".



Según ha publicado 'The Huffington Post', Meysi sería el perro más pequeño del mundo. Su tamaño es equiparable a un hámster o a una lata de gaseosa. Su tamaño no le impide, en cambio, ser tan inquieto y movido como un perro normal.






En la misma página web cuenta que el dueño de Meysi lo confundió con un trozo de placenta al nacer. Y si bien entonces casi lo tiró, ahora tiene la esperanza de que pueda ingresar en el 'Libro Guiness'.


Otros casos similares al de Meysi son el de Beyoncé, una perrita salchicha oriunda de California (EEUU) que apenas alcanzaba el tamaño de un iPhone; y Milly, una chihuahua puertoriqueña que alcanzaba los 7,6 centímetros a los tres meses.


Según señalan en ABC News cumplen el requisito de tener menos de un año para ingresar al Libro de los Récord Guiness como el "perro más pequeño del mundo".

Actualmente, el récord mundial lo ostenta la chihuahua estadounidense Boo Boo, quien actualmente tiene el título de "can vivo más pequeño" y mide 10 centímetros de altura. Ahí, su foto:


Mientras que en términos de longitud, la más diminuta es Heaven Sent Brandy, una chihuahua de Florida que mide 15 centímetros desde la nariz hasta la punta de la cola: