La Asociación Onubense de Intervenciones Asistidas con Animales los adiestra para dar respuesta a diversos colectivos. Organiza jornadas en los colegios para dar a conocer la función de los canes en terapias y asistencia.
La cultura del perro aún no está instaurada en Huelva. Así lo indica la presidenta de la Asociación Onubense de Intervenciones Asistidas con Animales, Beatriz Florencio, que explica que se conoce el de compañía y, sin embargo, este animal "hace una importante labor en la sociedad"; ejemplo de ello son los perros guías y los de las unidades caninas de bomberos y policías, pero su función va más allá.
El pasado 18 de noviembre se fundó en San Juan del Puerto esta asociación, sin ánimo de lucro, integrada por veterinarios, adiestradores de perros, técnicos en intervenciones con animales, psicólogos y educadores, con el objetivo de cubrir el vacío existente en la provincia onubense en cuanto a perros de asistencia y de terapia, un aspecto que no se estaba tocando. Con ello se pretende, entre otras cosas, dar respuesta a las necesidades de personas con discapacidad con el objetivo de favorecer su autonomía personal.
Entre los servicios que ofrece está el del perro guía para ciegos; de alerta médica para personas con determinadas patologías médicas entre las que se encuentra la diabetes; de asistencia tanto para personas con movilidad reducida como para autistas; de terapias dirigido a distintos colectivos así como a individuos con problemas de comportamiento, y perros de servicio para sordos. A parte, la asociación dispone de un programa para personas de edad avanzada que viven solas, "el animal sirve de apoyo emocional y ayuda a establecer relaciones sociales".
En todos estos casos son perros especialmente adiestrados. La Asociación Onubense de Intervenciones Asistidas con Animales cuenta con un centro de cría de perros en Gibraleón y también tiene convenios con varias protectoras de animales, con la finalidad de darle una segunda oportunidad a determinados perros.
Se trabaja fundamentalmente con labradores y golden retriever. El adiestramiento varía según la persona a la que se le va a adjudicar el animal. La psicóloga y educadora hace un estudio del demandante, del entorno en el que vive y de sus necesidades, y una vez que se tienen todos los datos se comienza a trabajar con el perro. No obstante, el animal se selecciona al nacer, se le ven las aptitudes, hay un adiestramiento de base y posteriormente uno específico para la persona que requiere el servicio. El adiestramiento puede durar de nueve meses a dos años, y a parte se hace un seguimiento durante toda la vida del animal, "se trata de juntar dos piezas de un puzzle".
Actualmente la asociación tiene en activo dos perros de terapias con los que trabaja con colectivos de personas con discapacidad. "Se hace equinoterapia y el perro es más accesible, se puede trasladar a cualquier centro". La preparación de los perros de asistencia es un proceso largo y depende de la demanda.
Para dar a conocer las labores de los perros de asistencia y de terapias están organizando jornadas en los colegios dirigidas a fomentar entre los escolares el respeto a los animales y enseñarles que los canes tienen una utilidad en la sociedad, es un programa lúdico y educativo. El colegio Marismas del Tinto, de San Juan, acogió una de estas jornadas sobre perros de utilidad, en la que participaron efectivos de las Unidades Caninas de la Policía Local de Trigueros y de los Bomberos de Huelva, Abel Luna y Diego Rojas, respectivamente; el instructor de perros de asistencia de la asociación, Juan Berciano, y el veterinario Juan Rafael García, que explicaron a los escolares la labor social que desempeñan los canes, complementándose las jornadas con exhibiciones de los perros policía, bombero y de terapias.
Fuente: http://www.huelvainformacion.es/
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