Un grupo de emprendedores catalanes ha desarrollado un urinario ecológico
para perros en forma de tótem, que ocupa menos de un metro cuadrado, funciona de
forma autónoma ya que se alimenta con energía solar y dispone de un dispensador
automático de galletas para perros. Este sistema desarrollado en Cataluña y
denominado E-Can pretende concentrar las micciones de los perros.
Con el invento, los fundadores del negocio ofrecen a municipios y otros
espacios abiertos como camping o centros comerciales al aire libre, donde hay
concentración de perros, un servicio para mantener las calles limpias. Además,
tal y como afirma el director general de Eco-Can, Iván Gálvez, "este urinario es
una alternativa divertida para trabajar la conducta del animal. A través de la
galleta que obtiene de premio por miccionar en el uranio, se enseña al perro a
aguantar sus necesidades tal y como hace en casa".
El funcionamiento de este aparato es muy sencillo: el perro se coloca encima
de la rejilla del urinario y después de haber hecho sus necesidades, el
propietario puede premiarlo con una galleta que obtiene al girar una maneta.
"Esta recompensa que obtiene, creará un hábito en el animal que contribuirá a
mantener limpias las poblaciones" apunta Gálvez. El aparato contiene en su
interior un depósito de 10.000 galletas, las baterías de alimentación de la
placa solar y un depósito de agua. Tres veces al día, unos aspersores
programados desinfectan la base y la rejilla.
Nuevas funcionalidades
Este invento no pretende sustituir las zonas existentes de ocio de los
perros. "Los Pipi-can son una extensión de tierra donde se permite que los
animales hagan sus necesidades, pero requiere un mantenimiento. Y eso sin
olvidar el problema de los olores" explica Gálvez, que añade que el E-Can no
requiere ese mantenimiento. La empresa ha instalado su primer prototipo en el
municipio catalán de Molins de Rei (Barcelona) y durante un año analizará su
funcionamiento.
Este sistema que han creado es totalmente autónomo y no requiere enchufarlo a
la corriente. "Es un invento ecológico que funciona con energía solar, que carga
las baterías" apunta Gálvez. A lo largo de 2014, la empresa recopilará datos del
funcionamiento y uso de este primer prototipo para configurar un producto con
más funcionalidades.
Los creadores del E-Can están trabajando en nuevos diseños para ofrecer un
servicio más completo. En los próximos modelos, esperan añadir un dispensador de
bolsas para los excrementos de los perros y un enchufe para cargar los teléfonos
y tabletas. En un primer momento, la empresa ha patentado a nivel nacional el
invento y ha solicitado la patente a nivel internacional. "Estados Unidos es un
mercado interesante, con 60 millones de perros censados frente a los seis
millones de España" avanza Galvez.
Fuente: http://www.eleconomista.es/
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