Hoy querría hablaros de Wanda y, si me lo permitís, dedicarle este post a ella.
Wanda es una de mis perritas cocker spaniel inglés que nació un día de Junio de 2003. Todavía recuerdo con cariño el día en que mi madre me la regaló. Ella me llamó por teléfono y, con inocentes engaños, consiguió que fuera a su casa. Y allí estaba ella: pequeña, quieta, una bolita de pelo negro con unos ojos tan oscuros como su cuerpo. Me hipnotizó. ¡Era preciosa!
A pesar de haber estado absolutamente toda mi vida rodeado de perros, Wanda fue muy especial para mí. Era mi primera perrita. Mía. Ese sentimiento de posesión se apoderó de mí de un modo intenso, provocando un deseo de protección indescriptible. Wanda iba a ser el inicio de todo mi futuro, tanto a modo personal como profesional. Y así nació en mí mi nueva vida.
Wanda me ha dado muchísimas alegrías, incontables. También me ha dado comeduras de cabeza, jajajaja, ¿qué perro no? Pero siempre ha sido fiel a mí y a mis convicciones. Me ha hecho reír, me ha escuchado, me ha abrazado y me ha dado calor. Ha estado a mi lado SIEMPRE. Y lo cierto es que sí puedo decir que el perro es un amigo fiel. Wanda es mi amiga fiel.
He vivido tantas aventuras con ella, que podría escribir un libro entero. Me ha dado varias camadas estupendas de cachorritos indescriptiblemente hermosos y equilibrados. Ha sido una mamá ejemplar y, a su debido tiempo, se ha jubilado con la cabeza bien alta. Se ha ganado su pienso y sus vacunas, como digo yo.
Ahora tiene poco más de diez años y, cuando pienso en ello, me embriaga un sentimiento de tristeza que me acongoja. No quiero perderla, me dolerá seguro, pero estoy convencido de que estos últimos años que nos quedan juntos vamos a disfrutarlos al máximo. Pondré todo por mi parte, y ella seguro que hará lo mismo por mí.
Ahora, a continuación, en su honor, quiero publicar unas fotos de una fotógrafa que ha dedicado gran parte de su vida a fotografiar a perros con enfermedades terminales junto a sus amos meses antes de que fallezcan. Una desgarradora y emotiva colección que mezcla a partes iguales ternura y tristeza. Este proyecto tiene un nombre: "Joy Sessions", y ella se llama Sarah Ernhart, dueña de Sarah Beth Photography. Aquí os dejo su muestra:
Foto: Sarah Beth Photography
Es habitual que los amos tengan muchas imágenes de sus mascotas pero no es tan común que ellos aparezcan en las fotografías. Por eso, esta iniciativa cobra especial significado.
Foto: Sarah Beth Photography
El nombre de la muestra, 'Joy Sessions', no es arbitario. Según relata la autora, refleja la alegría que los perros traen a la vida de sus dueños.
Foto: Sarah Beth Photography
En muchas de las instantáneas no hay muestras de dolor, como cabría esperar, sino cariño, en un intento de sus amos por conservar esa imagen en su memoria.
Foto: Sarah Beth Photography
La fotógrafa asegura que de toda su trayectoria profesional, estas son las sesiones "más gratificantes" que ha llevado a cabo.
Foto: Sarah Beth Photography
Es difícil despedirse de alguien que ha compartido contigo gran parte de tu vida. Las mascotas son un miembro más de la familia por lo que cuando fallecen dejan un hueco en el hogar.
Foto: Sarah Beth Photography
Esta muestra permite tener un recuerdo tangible de las mascotas cuando ya no están. Una bonita manera de reavivar los momentos que han compartido.
Foto: Sarah Beth Photography
Los vínculos especiales entre los perros y sus dueños quedan retratados en cada disparo que Sarah Ernhart realiza con su cámara.
Foto: Sarah Beth Photography
Los animales, auténticos protagonistas de la muestra, agradecen a sus amos, con una intensa mirada, su cariño incondicional.
Foto: Sarah Beth Photography
Sarah Ernhart recoge en las fotografías momentos emotivos entre las mascotas y sus amos. Es el retrato de lo cotidiano.
Foto: Sarah Beth Photography
Desde 2010, ha realizado más de 100 sesiones de los amos junto a sus fieles compañeros.
Foto: Sarah Beth Photography
El tacto de su pelo es una de las sensaciones que cualquier amo quiere mantener viva en forma de recuerdo.
Foto: Sarah Beth Photography
La autora admite que cuando las familias, con el tiempo, ven las imágenes, los sentimientos afloran y "es inevitable el llanto", porque, en ocasiones, los animales han fallecido recientemente y "es duro" ver las fotografías.
Foto: Sarah Beth Photography
Un abrazo final para despedir al que es, sin duda, uno de sus mejores amigos.
Foto: Sarah Beth Photography
Pese a todo, ni la desaparición del animal puede romper los fuertes lazos creados entre ellos. Las imágenes son el reflejo de esa relación especial.
Compañeros de andanzas y de aventuras, de alegrías, de cambios y también de los momentos más difíciles. Hablamos de una clase especial de amigos: las mascotas, que se convierten en una pieza clave en la vida de sus dueños. La fotógrafa Sarah Ernhart, dueña de Sarah Beth Photography, ha creado la muestra "Joy Sessions", una serie de fotografías que muestran a perros con enfermedades terminales junto a sus amos meses antes de que fallezcan. Una desgarradora y emotiva colección que mezcla a partes iguales ternura y tristeza.
Fuente: http://es.noticias.yahoo.com/