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Casos más propensos
Los cachorros, animales mayores, con problemas cardíacos o respiratorios y obesos son más propensos a sufrir un golpe de calor. Al igual que, añade la veterinaria, las “razas braquiocefálicas o razas de hocico chato tipo bulldogs, boxers, bullmastiff, pugs, pekineses… o los cruces de estas”.
Los perros de color más oscuro, con el pelo negro y marrón, también corren riesgo, absorben más los rayos del sol. Por otra parte, los animales de colores claros, con capas blancas o con poca pigmentación tienden a sufrir quemaduras solares, como los dálmatas. En ellos son más frecuentes las alergias solares, incluso las erupciones provocadas por el sol en las ingles y las axilas, zonas en las que la piel es más sensible por el escaso pelaje.
Cuáles son los síntomas
Los síntomas son bastante evidentes:
– Aumento de temperatura. La normal es entre 38 y 39 grados. Si sube por encima de los 40 hay que preocuparse.
– Disnea: el perro respirará con dificultad y en inspiraciones muy superficiales y arrítmicas.
– Aturdimiento: es muy posible que no se mueva y que lo encuentres mareado y tumbado.
– Jadeo o babeo excesivos; espuma en la boca.
– Encías secas y pegajosas.
– Cambio en el color de las mucosas: el tejido conjuntival (el que rodea al ojo), las encías, la lengua, pueden estar desde un color rojo intenso o en los casos más graves con tonos azulados.
– Aumento del ritmo cardíaco.
– Pérdida de consciencia e incluso convulsiones.
– Vómitos y/o diarrea.
Cómo actuar ante un golpe de calor
Evidentemente, si observas los síntomas descritos lleva a tu mascota cuanto antes al veterinario. Pero antes, tal y como aconseja Lucía Machuca, mantén la calma “ya que debemos actuar de forma rápida y efectiva y un ataque de nervios no ayuda”. La veterinaria recomienda:
– Mojar al animal con agua fría, pero no helada. Tampoco usar hielo.
– Introducirlo en una habitación fresca o a la sombra. Podemos situarlo encima de una toalla mojada, pero no taparlo con ella. Si lo tapas, impedirás la eliminación del calor.
– Si tenemos posibilidad, procurar una fuente de aire, como un ventilador. Esto hará que junto con la humedad, evacue el calor mucho más deprisa.
– Ofrécele agua. Si no quiere o no puede beber, no le obligues pero ponle un poco en la boca y en sus patas.
– Una vez refrescado, llévalo al veterinario de inmediato.
Cómo prevenir esta situación
Más vale prevenir que curar si no queremos ver a nuestro amigo peludo en esta situación. La veterinaria ofrece los siguientes consejos:
– Evitar las horas más calurosas del día para pasear con tu perro, no dejarlo en las terrazas o patos soleados o ni cuando la temperatura de la calle supere los 37ºC.
– Nunca dejar al perro dentro del coche sin supervisión, ni siquiera con las ventanillas bajadas. Ni 5 minutos. El coche se convierte en una trampa mortal para el animal, con temperaturas que superan los 50 grados.
– Especial atención en los viajes, el chequeo del estado del perro debe poder hacerse de manera fácil y continua durante el viaje. Es decir, debemos evitar viajar con el perro en maleteros que estén separados del habitáculo donde estamos nosotros.
– Antes de subir a un animal al coche es conveniente bajar ventanillas y poner el aire acondicionado o poner el vehículo a la sombra durante un rato hasta que baje la temperatura interior.
–También son peligrosas, que no mortales, las quemaduras en las almohadillas. Evita que pise asfaltos al sol, tapaderas de alcantarilla o pavimentos calientes.
– Tener siempre una o varias fuentes de agua fresca.
El propio instinto de los animales les hace buscar la sombra por la calle y el rincón más fresco del suelo en casa para tumbarse. Con estas recomendaciones y conociendo los síntomas le ayudarás a evitar males mayores frente al calor veraniego.
Fuente: http://alzalapata.ideal.es/
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