Que los perros son muy listos lo sabe todo el mundo pero, ¿sabías que pueden aprender entre 250 y 500 palabras?
Si te derrites cuando te mira con cara de ser el mejor perro del mundo porque al fin has conseguido que obedezca a la orden “sitz”, ahora ya sabes que en realidad te está tomando el pelo y que eso no es nada para él.
¿Te has fijado alguna vez en la trufa del hocico de tu perro? Está llena de surcos y dibujos. El hocico del perro es único, como las huellas dactilares de los seres humanos.
Podría identificarse a un perro por su trufa, que además de para oler, le ayuda por ejemplo a mantenerse fresco. Está más húmeda cuanto más activo está el perro. Cuando duerme, por ejemplo, su trufa pierde humedad.
El sudor es una reacción del cuerpo humano para, entre otras cosas, refrescar el cuerpo cuando es necesario. Pero el cuerpo de un perro aparentemente no suda y se tiene que refrescar a través de la boca, hocico y lengua (por eso la saca después de hacer ejercicio). Pero en realidad sí que hay una parte del cuerpo de un perro que suda: las almohadillas de sus patas.
Es además una zona muy sensible que conviene mantener cuidada con alguna crema protectora si se suele pasear sobre hielo o nieve, por ejemplo.
Si alguien ha tenido la peregrina idea de tomar la temperatura de su perro (algo bastante desagradable por el sitio donde hay que introducir el termómetro), es posible que se haya asustado pensando que es muy alta. Pero la temperatura de un perro no es igual a la de los seres humanos, lo normal es que se sitúe entre los 38 y los 39 grados.
Yo tengo la costumbre de sacar a mi perro Pye a pasear a las ocho de la tarde y siempre me ha parecido curioso que, a eso de las 19:45 se pone a mi lado y me observa fijamente hasta que me levanto del sillón y me dirijo a la puerta (es muy pesado). La razón es que los perros disponen de un reloj interno muy preciso.
De la misma manera que nosotros somos capaces de despertarnos a una hora exacta sin ponernos el despertador gracias nuestro mágico reloj interno, los perros también tienen el suyo y lo usan para impedirte ver acabar tu serie favorita.
Gitana de Torrijos, propiedad de Toysacan
Algunos dicen que ven en blanco y negro, o que no ven en dos dimensiones por lo que no pueden distinguir las imágenes de una televisión. Pero nada de eso parece ser cierto. Los perros, además de poder ver imágenes en dos dimensiones, pueden distinguir los colores perfectamente, aunque parece que los ven con menos nitidez que nosotros.
Si piensas que es peligroso que un perro lama y babee la cara de tu bebé, es interesante que sepas que, aunque parezca mentira, la boca del perro tiene menos bacterias y gérmenes que la de los humanos.
Así que no te preocupes tanto y deja que juegue con el perro, porque además de pasárselo bien y aprender a relacionarse con ellos, puedes llegar a evitar que el niño tenga algunas alergias en el futuro.
Es frecuente ver a un perro intentando comer hierba cuando sale de paseo. La razón mas habitual es que intentan purgarse. Un perro al que le duele el estómago, incluso si es de los que ha conseguido aprender 500 palabras, no tiene forma de hacértelo saber e intentará aliviar el dolor comiendo hierba y vomitando.
Así que no te preocupes tanto y deja que juegue con el perro, porque además de pasárselo bien y aprender a relacionarse con ellos, puedes llegar a evitar que el niño tenga algunas alergias en el futuro.
Es frecuente ver a un perro intentando comer hierba cuando sale de paseo. La razón mas habitual es que intentan purgarse. Un perro al que le duele el estómago, incluso si es de los que ha conseguido aprender 500 palabras, no tiene forma de hacértelo saber e intentará aliviar el dolor comiendo hierba y vomitando.
También pueden hacerlo por instinto para ingerir vitaminas y minerales adicionales.
Salvo que sea algo demasiado frecuente, no es malo que lo haga, tan solo ten cuidado de lo que come (la hierba puede tener todo tipo de pesticidas, abonos, etc.)
Muchas personas de mi entorno (solo las mujeres, en realidad) defienden que no es bueno lavarse el pelo todos los días escudándose en razones para mi incomprensibles. Nunca nos ponemos de acuerdo cuando hablamos de ese tema.
Pero cuando se trata de bañar al perro, parece que esas razones desaparecen. Y aunque no hablamos de baños diarios, sí que hay gente que abusa de ellos sin darse cuenta de que el perro tiene una grasa protectora bajo el pelo que pierde cada vez que pasa por la peluquería. Y es una protección también contra la suciedad.
Esa protección natural tarda en regenerarse unos días y durante ese tiempo el perro se ensucia más de lo normal.
Contén tus deseos de verle reluciente y esponjoso y báñale como mucho una vez cada dos meses.
Fuente: http://www.gaceta.es/
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