El 'agility' combina disciplina y ejercicio.
Consiste en recorrer un circuito de obstáculos en el menor tiempo posible bajo las indicaciones de un guía.
Una modalidad en la que tanto el animal como el dueño necesitan tener un buen estado físico.
Milka se entrena varios días a la semana. Tiene un aspecto atlético, está en buena forma física y cuida mucho su alimentación, baja en hidratos de carbono y alta en proteínas. El deporte que practica es poco conocido, pero su entusiasmo se hace evidente mientras corre de un sitio a otro del circuito: Milka es un labrador y practica el 'agility'.
Este deporte canino surgió a finales de la década de los 70 en Londres durante una exposición, aunque está en auge en los últimos años. John Varley, miembro del comité organizador del certamen, también era un gran amante de los caballos y se le ocurrió la idea de adaptar los concursos hípicos de salto a los perros. El 'agility' consiste en que el can, dirigido por un guía, recorra un circuito con diferentes obstáculos en el menor tiempo posible y con las menores penalizaciones. Los animales participan sin correa y sin incentivos, no se les puede tocar durante la competición y atienden a las indicaciones de sus dueños a través de órdenes con la voz o señas manuales para sortear rampas, túneles, vallas o pasarelas en un determinado orden.
Manolo Garrido y Esperanza Gil son unos entusiastas de esta modalidad deportiva. Abrieron el club de 'agility' Agilcan hace 25 años en San Martín de la Vega (Madrid) y ambos ejercen de jueces internacionales: él lleva 20 años en las competiciones mientras que ella fue la primera juez española de nuestro país, hace ya 15 años. Al centro acude Javier, el propietario de Milka, que como la mayoría de los dueños, empezó a practicar este deporte por la obediencia, la base del 'agility'. Pero el gusanillo pica, y al final acaban metiéndose de lleno en esta especialidad y compitiendo a nivel nacional. Para practicarlo no sólo es necesario que el perro esté en forma, también necesita estarlo el guía. "Hacemos mucho ejercicio con ellos. En el circuito recorremos unos 200 metros en 40 segundos, pero es a tope, porque tenemos que hacerlo en el menor tiempo posible y por ello es importante tener un buen estado físico". La labrador de Javier pesa 10 kilos menos de lo normal en un perro de su raza, tiene la cintura más definida y come un pienso específico para perros deportistas.
La agilidad, la rapidez y la fuerza son las características más importantes que debe poseer el can, junto con una buena compenetración con el guía y una buena disciplina. Cualquier perro es apto para practicar este deporte, sin importar el tamaño o la raza, aunque hay una que juega con cierta ventaja: se trata del border collie, un animal hábil, enérgico y rápido, considerado como la variedad canina más inteligente. Pilar, la dueña de Cia y Uca, dos hembras de border collie, perdió siete kilos para poder competir. "Se trabaja mucho. Esto también es un deporte para nosotros porque si tú no corres con ellos no llegas a los obstáculos", asegura Pilar. Juanan, propietario de una beagle, Bella, recalca que el sobrepeso en un perro que practique el 'agility' es un riesgo porque puede lesionarse las articulaciones al saltar.
Pero antes de lanzarse al circuito lo primero es aprender a obedecer. José Miguel Agustín es el encargado de que todos los perros que acuden a Agilcan sigan las indicaciones de sus dueños. "La disciplina es uno de los pilares de este deporte. La clave para enseñarles es jugar mucho con ellos, que se diviertan y trabajar el refuerzo positivo. No se trata de que el animal coja miedo. El no está mal visto, sobre todo si se lo decimos alto, pero hay que utilizar una palabra, como mal, y si corrige, hay que darle un premio", asegura.
Fuente: http://www.elmundo.es/
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