Se han basado en concreto en la secreción de oxitocina, la hormona del amor, la misma que los humanos producimos cuando llegamos al orgasmo o, en el caso de las mujeres, amamantan a nuestros bebés.
Tras pasar un total de 10 minutos con sus dueños, los perros generaban un 52 por ciento más de hormona del amor que cuando estaban sin ellos. La producción de oxitocina de los gastos, tradicionalmente más independientes, solo se incrementaba en un 12 por ciento.
El estudio, que ha dado lugar a un documental de la BBC, está promovido por los expertos en animales Chris Packham y Liz Bonnin junto con el neurocientífico Paul Zak.
Para medir el nivel de hormona del amor que segregaban perros y gatos analizaron sus salivas antes y después de pasar 10 agradables minutos jugando con sus dueños y disfrutando de ellos.
Entre otros muchos resultados, todos curiosos, destaca el del perro que segregó un 500 por ciento más de oxitonina en presencia de su dueño. Eso es amor a prueba de estudios.
Fuente: http://www.ideal.es/
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