Un Seminario es como un Festival
de Rock si tenemos la audacia de comparar los distintos grupos musicales
que llenan el escenario con los variados problemas caninos con los que acuden a
este tipo de eventos los perros.
En los Festivales de
Rock, hay grupos musicales de los que esperas determinadas canciones que,
además, son clásicos: como son “Dancing
in the Dark” del jefe Bruce Springsteen o el famosísimo “Thunderstruck” de AC/DC. Y en los
Seminarios, hay problemas que se repiten continuamente en los canes,
independientemente de la edad que tengan y/o de la raza que sean: como son la
desobediencia en la llamada, la humanización del can o nuestra favorita “mi
perro es muy bueno pero es que ahora no quiere sentarse, tumbarse…”.
Este tipo de Seminarios
enriquece extraordinariamente a las personas que forman parte de él pues, igual
que en un Festival de Rock te empapas de la variedad musical y estilísticamente
propia de cada grupo, en cada Seminario absorbes (o quieres absorber) toda la
información posible para poder ofrecer a tu mascota la mejor calidad de vida (y
a ti y tu familia, ¡para qué nos vamos a engañar!). ¡Estás ávido de lecciones!.
Estos Seminarios suelen
tener un programa que no siempre se sigue, y hoy ha sido un claro ejemplo.
Pensábamos hablar más concretamente de las distintas razas caninas y sus hábitos
más asociados, y también queríamos explayarnos más a la hora de hablar de la
llamada, un clásico de nuestros desobedientes amigos. Sin embargo, el grupo
perruno con el que hemos contado hoy nos ha impedido cumplir nuestros planes,
pues las inquietudes de sus dueños eran otras. Esta vez, sorprendentemente, los
fans han vociferado como locos al escuchar “Satisfaction”
de The Rolling Stones. El estribillo lo han cantado más de media docena de veces.
Hunafcu. Bóxer
Después de una breve
presentación, Ángel Álvarez, nuestro monitor canino, ha intentado inculcar la
importancia de tener una jerarquía
marcada con el can. Por supuesto, éste no está al mando. Somos nosotros los que
estamos situados en la punta de la pirámide y nuestra mascota debajo de
nosotros, o al menos así debería ser. Para alcanzar este objetivo, no siempre fácil,
debemos enseñarle a nuestro perro quién manda. Él no es quien dirige la correa,
quien decide cuándo comer, quien nos echa del sofá, quien decide quién se
acerca a nosotros, quien decide quién entra en nuestra casa o en nuestra
habitación… Estas actitudes no debemos permitirlas ¡nunca! Él no manda,
nosotros sí. Somos sus jefes, los reyes de la manada.
Travis. Dálmata de 3 años
Por otro lado, y para
poder ayudarnos a conseguir este objetivo, es muy importante –si no
fundamental- contar con un buen collar
y una buena correa, adecuados a cada
perro y raza, e incluso a cada temperamento. No utilizaremos el mismo collar
para un mini pincher, un carlino o un yorkshire terrier que para un bóxer,
un dálmata o un american Staffordshire terrier. El material que utilizamos para “educar”
a nuestra mascota es tan importante como saber cómo utilizarlo. En este
Seminario, hemos puesto mucho empeño en demostrar este hecho, pues muchos de
los presentes han acudido con arneses, inservibles para marcar pautas de
comportamiento adecuadas.
Iru. American Staffordshire terrier
Como anécdota, decir
que Nano, el mini pincher de Ainoa, ha venido con arnés y correa flexi. Durante el seminario y entre
juegos, la correa se quedaba constantemente enredada entre los perros e incluso
entre los dueños. Ángel, nuestro monitor, ha enseñado a Ainoa cómo “pescar” a su
inquieta mascota con este tipo de material para evitar estas incómodas
situaciones.
Nano. Pincher de 3 meses
El juego es un elemento muy importante para la educación. Jugar con
otros perros y/o con juguetes, solos o ayudados por nosotros, ayuda al can a
desarrollarse y crecer psicológicamente. Además, les agota. Diez minutos de
juego pueden equivaler a treinta minutos de carrera continua.
Tamar (teckel pelo duro) y Him Nim (carlino) jugando
Nosotros hemos querido
mostrarles algunos ejemplos. Para los perros compactos, de gran tamaño y fuerte
mordedura, está el clásico Kong. Por
supuesto, también están los rodillos,
aunque hay que enseñarles cómo usarlos para que no acaben destrozándolos.
Shúnka. Schnauzer con nombre de "perro" en Lakota,
el lenguaje de los indios Sioux de Norte América
Los juegos de búsqueda
de alimento en un terreno determinado, sea en interior o exterior, también les
ejercita mentalmente. Es un juego muy sano que incluye premio: el trozo de
salchicha o la galleta que hemos escondido en algún rincón. ¡Quién puede
resistirse!
Lucas. Jack Russell de 5 meses
La pelota, el frisbee o
el pilla-pilla también son juegos muy socorridos, aunque siempre acabamos más
agotados nosotros que ellos. ¡No hay quién les abata!
Him Nim. Carlino de 4 meses
Ni que decir tiene que
es bueno, buenísimo, que nuestro perro juegue con otros canes, sean de la raza
que sean y del tamaño que sean. Esta socialización,
si viene además marcada desde cachorro, les equilibrará mentalmente y ayudará a
evitar problemas de mala conducta en el futuro. Es un claro preventivo.
Peque. Yorkshire terrier de 7 años
Esperamos que todos los
que han participado de estos seminarios durante el mes de Agosto hayan
aprendido algo y –sobre todo- hayan disfrutado. Hoy en concreto, darles las
gracias a todos los canes que han venido: Shúnka, Iru, Him Nim, Teddy, Nano,
peque, Ron, Travis, Tamar, Nala, Duque, Lucas, Cocky, Neo, Hunafcu, Nelo, Yuri…
No sabemos si nos dejamos a alguno. De ser así, disculpadnos. Y, por supuesto,
dar las gracias a sus dueños, por tener el interés suficiente de asistir a este
tipo de eventos para mejorar la vida de su can. ¡Muchas gracias a todos y hasta
la próxima!
Foto grupal de parte del Seminario
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