La protectora Modepran imparte estos cursos para fomentar la integración del animal y disminuir los abandonos.
En la mañana del martes un centenar de perros y sus respectivos dueños se reunió en el viejo cauce del río Turia para recibir unas clases de ciudadanía dirigidas a los canes. "Son unas clases de obediencia urbana para que el perro no sólo sepa comportarse en la ciudad, sino que además esté concienciado y para que conozcan las ordenanzas municipales y sus obligaciones y derechos", explicó Amparo Fortea, responsable de Modepran y de los cursos.
"Ofrecemos esto de forma gratuita para evitar que el día de mañana existan más abandonos de los que sufrimos ahora por culpa de la crisis, y a veces también por problemas de conducta de los perros", añadió Fortea.
Las clases son impartidas por alumnos del Grupo de Formación CIM, que colabora con Modepran en esta iniciativa, y que prepara a sus alumnos para que se conviertan en futuros adiestradores. "Se trata de concienciar y de educar a los animales para que puedan convivir en ciudad; órdenes básicas como 'sentados', 'tumbados', incluso 'juntos', para evitar conflictos", señaló Esperanza Otero, una de las instructoras.
Las clases van dirigidas tanto a los dueños como a los propios perros. "Quiero aprender a manejar al perro para que pueda tener una vida social en condiciones y relacionarse con más gente", explicó Juan José Ferrer, vecino de Valencia y dueño de un perro de los considerados peligrosos. "Los peligrosos somos los seres humanos, no los animales; el animal se hace a nuestra semejanza", comentó.
Además de la vertiente práctica, también se imparte una sesión teórica para enseñar la conducta animal, las señales que los perros dan antes de entrar en agresividad o en estado de miedo. "La semana pasada hicimos teoría, y me interesó mucho para que aprenda normas básicas de convivencia, que me haga caso y no se pelee con otros", señaló Rocío, vecina de Picassent.
Fuente: http://www.lasprovincias.es/
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