viernes, 20 de marzo de 2015

El fin de la temporada de caza dispara los abandonos de perros en toda la comarca

 
Cada semana se rescatan varios canes con signos de desnutrición y maltrato.
 
El mes del abandono, ese es el dudoso honor que obstenta el mes de febrero en la comarca. Todos los años, al finalizar la temporada de caza del zorro y del jabalí, decenas de perros acaban en la calle. Pero eso no es lo más grave. Muchos de los rescatados presentan signos de desnutrición y lesiones tan graves como heridas de bala o cortes en el cuello. «El 30% de los perros del refugio, son perros de caza», exclama la presidenta de Os Palleiros, Gloria Cubas.
 
«Cada semana, recogemos entre siete u ocho perros de la calle», explica un voluntario de Protección Civil en Cuntis. Las patrullas municipales, no solo de Cuntis sino también de otras localidades como Caldas, Portas, Moraña, Lérez o Cerponzóns señalan a los cazadores como culpables. «Entre noviembre y enero, período de caza, prácticamente no tenemos ningún aviso de perros abandonados, pero es llegar febrero y se multiplican en todas las aldeas», relata el mismo trabajador.
 
Desnutridos, golpeados, tiroteados o con cortes en el cuello infringidos con la única intención de extraer el microchip del animal. La salud que presentan estos perros, podencos y perdigueros en su mayoría, es «muy débil». Con ese historial llegan la mayoría de los perros de caza a Os Palleiros y sus responsables dirigen su ira contra los cazadores. «Sé que no todos serán iguales, pero nosotros no dejamos que adopten a los perros de aquí», sentencia Cubas.
 
Desde Protección Civil, suponen que las causas de estos abandonos son que «ya no les valen para cazar» o que «algunos cazadores no tienen sus perreras en regla y cuando la Guardia Civil ronda el lugar, abandonan a sus perros en el monte para evitar las multas». Añaden también que recuperan muchos cachorros porque en muchas aldeas «no tienen cuidado de sus perras y cuando paren, abandonan a los perritos o los entierran vivos, en algunos casos», reconoce con resignación.
 
Los propios voluntarios alertan del peligro que supone la presencia de manadas de perros abandonados en las calles, ya que no es el primer caso en que atacan al ganado o incluso a personas. «Hubo denuncias por ataques a gallinas y ovejas», señalan desde Portas.
 
Aunque se apunte a los cazadores como culpables, no todos son tan malos. En Cuntis, dos vecinos aficionados a la caza adoptan y prestan los cuidados necesarios a todos los perros abandonados que se encuentran o que les entregan los vecinos.
 
 
 

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