Una mañana con Ray -perro de rescate- y Tana haciendo prácticas nadando en un lago ocurrió lo siguiente: Nuestra perrita, Gitana de Torrijos, agotada de nadar como una loca de un lado a otro del lago, acabó por hundir las partes traseras, impidiéndola esta postura avanzar. Nuestro perro de rescate, Ray-Charles de Salazar, por iniciativa propia, se lanzó en pos de salvarla. Nadó hasta ella y, alcanzándola, se dio la vuelta y le ofreció su cuerpo para que la perrita renovara fuerzas y se estabilizase de nuevo y reiniciara así su nado. Por supuesto, consiguió socorrerla. ¡NOS DEJÓ CON LA BOCA ABIERTA!
Mis perros nunca dejarán de sorprenderme....
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