sábado, 11 de agosto de 2012

Los niños y los perros

Los niños entienden a los perros mucho mejor que nosotros, los adultos, y reconocen en el ladrido del perro multitud de emociones y sensaciones. Sin embargo, esta capacidad normalmente se pierde en torno a los 10 años de edad.




Unos científicos húngaros de la Universidad de Budapest a través de una serie de experimentos con niños y adultos descubrieron este fenómeno. Los investigadores Péter Pongrácz y Сsaba Molnar dejaron a los participantes escuchar varias grabaciones del ladrido canino, les mostraron imágenes que representaban diferentes expresiones del rostro humano y les pidieron encontrar la imagen que mejor se correspondiera con la emoción del fragmento escuchado.
Los niños lo hacían todo correctamente, asociando exactamente en el ladrido la alegría, la preocupación, la amenaza, la propuesta para el juego, el ruego o la expresión de cariño. Los adultos, en cambio, se equivocaban a menudo.





Al trabajar con voluntarios de varias edades, los investigadores determinaron que al cumplir los diez años de edad, los niños empezaban a escuchar el ladrido como una sucesión de sonidos sin sentido, sin poder distinguir por ellos matices emociales o sentimentales por parte de éstos, tal y como pasaba en los voluntarios de más edad.



Para que las personas adultas puedan tener una comunicación más interesante y empática con sus mascotas, los científicos húngaros están desarrollando dispositivos para la “interpretación simultánea” del ladrido de los perros y su traducción a la lengua humana.

Se utilizan programas informáticos especiales que detectan sonidos semejantes por su “carga emocional”. Al analizar más de 6.000 ladridos de 14 razas de perros distintos, que fueron grabados en situaciones determinadas, los científicos garantizan una alta probabilidad de reconocer seis “mensajes” que quieren expresar las mascotas. Son: “¡Atención, un desconocido!”, “¡Pelea!”, “Quiero salir/pasear”, “Quiero compañía”, “Quiero la pelota” y “Vamos a jugar”.




Los investigadores opinan que en la época en la que los perros acababan de ser domesticados, todos los humanos, niños y adultos, entendían bien a sus ‘compañeros’ de cuatro patas. Hoy en día, el programa de “interpretación” del lenguaje canino podría ayudar mucho en el estudio del comportamiento de los perros.

Por otro lado y reconociendo que en ocasiones nos cuesta entender a nuestras mascotas, por un ladrido fuera de lugar o por un comportamiento inexplicable en un momento determinado, aconsejamos un buen adiestramiento básico para proyectar en ellos nuestros "deseos" más sencillos y así sentirnos más tranquilos con nuestros amigos, esas mascotas caninas que tanto adoramos.

Pronto llegará la era de la interpretación del "habla" canina y sí, allí estaremos nosotros, deseosos de conocer esa nueva técnica tan avanzada y tan práctica.

¡Hasta pronto!




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