jueves, 24 de octubre de 2013

¿Vidas caninas en peligro?

 
Decenas de denuncias están levantando la voz de alarma por la muerte de varios animales y la intoxicación de otros tantos en distintas provincias de España.
 
En Salamanca, por ejemplo, estas denuncias se están sucediendo desde hace aproximadamente dos semanas donde, dueños de distintos animales, encontraron en diversos parques de la localidad carne con sustancias tóxicas dejada, de forma preparada, junto a arbustos y parques frecuentados también por niños. Este hecho alertó a la policía local y a la guardia civil que han iniciado un dispositivo de búsqueda para el autor o autores de este hecho.
 
Según establece la legislación actual, el envenenamiento de animales es un acto prohibido, sancionado por el Código Penal en su artículo 382, inciso 3, por la Ley de Bienestar Animal Nº 7451, por el Decreto N°31626-S que pone en vigencia el Reglamento sobre Reproducción y Tenencia Responsable de Animales de Compañía y por la Declaración Universal de los Derechos de los Animales. Así, quien envenena a un perro, un gato o incluso a otros animales, puede ser acusado y castigado judicialmente.
 
 
Por otro lado, en Galicia, ha saltado la voz de alarma con el hallazgo -en distintos puntos de la provincia- de trozos de comida con alfileres destinados a perros y gatos, entre otros animales. Protectoras de animales de la zona están divulgando la noticia da través de las distintas redes sociales, con el fin de evitar estas situaciones que, muchas veces, también hace peligrar la vida de niños que juegan e interactúan por zonas cercanas a la de los hallazgos.
 
 
La situación es preocupante en todo el país. Distintos métodos (sustancias tóxicas, alfileres,...), mismo objetivo (terminar con la vida de animales). Pero, ¿por qué? Nosotros no tenemos la respuesta a esa pregunta, pues no somos capaces de encontrar una sola razón por la que alguno de esos autores tenga motivos para hacer lo que hace.
 
Sin embargo, en algunos de los casos, si actuamos deprisa, sí podemos hacer algo por nuestros animales. A pesar de la cantidad de tóxicos que pueden ocasionar un envenenamiento y de la imposibilidad de comunicarnos con el animal en el mismo idioma, sí existe un protocolo de urgencia que aconsejan en los centros veterinarios.
 
PROTOCOLO DE URGENCIA
 
 
Instrucciones preliminares al dueño para prevenir la exposición posterior al tóxico
 
1. Bañar con abundante agua tibia cuando se lesionan ojos y piel.
2. Inducción al vómito. En caso de inconsciencia, está contraindicado.
3. El animal debe beber agua.
4. Acudir al centro veterinario con la sustancia tóxica (si es posible), con el vómito o con cualquier otra sustancia que pueda ayudar a identificar el veneno ingerido por el animal.
 
Prevenir la absorción posterior del tóxico
 
1. Inducción al vómito. Hay que asegurarse de que el estómago contiene material o líquido antes de la inducción.
2. Lavado gástrico. Lo ideal sería realizarlo en las dos horas posteriores a la ingestión del tóxico.
3. Absorbentes gastrointestinales.
4. Catártico (Def. sustancia que acelera la defecación). Se recomienda el sulfato sódico.
5. Enema: Agua jabonosa, procurando que esté exenta de hexaclorofeno.
 
 
Acelerar la eliminación del tóxico ingerido
 
1. Asegurarse de que el animal está muy bien hidratado. Mantener la función renal y la producción de orina.
2. Detener el ión, pues los compuestos ionizados atraviesan las membranas más lentamente que los compuestos que no están ionizados. La orina alcalina facilita la ionización de los compuestos ácidos. Para alcalinizar, se emplea bicarbonato sódico 5.
3. Diálisis peritoneal o hemodiálisis.
 
Terapia de apoyo en función de la sintomatología
 
1. Terapia respiratoria: Oxigenoterapia y respiración artificial, si es necesario.
2. Terapia cardiovascular: Tratar el shock. Corregir las arritmias cardíacas. Corregir las anomalías electrolíticas. Corregir los desequilibrios ácido-base. Mantener la hidratación normal.
3. Controlar la temperatura corporal. En casos de hipotermia, usar mantas, lámparas de calor, colchón de agua circulante. ¡Ojo con las mantas eléctricas! ¡Pueden producir quemaduras! En casos de hipertermia, usar ventiladores y baños de agua fría.
4. Monitorización del SNC: Depresión del SNC. Lo mejor es oxigenoterapia y soporte respiratorio. Si hay hiperactividad y/o crisis convulsivas, puede utilizarse Diacepan, según instrucciones del veterinario.  La crisis pueden ocasionar edema cerebral, por lo que puede ser apropiado el uso de medicamentos como manitol y/o dexametasona.

 
Este protocolo de urgencia está muy resumido, para facilitar la comprensión del lector. Sin embargo, si tu perro presenta síntomas de envenenamiento, te animamos a que vayas sin demora a tu centro veterinario. Él sabrá qué hacer y cómo actuar. Ante todo, intenta mantener la calma.
 
Por lo demás, pediros que tengáis precaución con vuestros animales en los parques y zonas cercanas. Y pediros que, si veis situaciones parecidas o similares, denunciéis. Entre todos, podremos atrapar a los autores de estos hechos tan macabros.
 
 
 
 

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