sábado, 20 de junio de 2015

Consejos para acariciar a tu perro

 
Dar cariño a nuestro perro es algo tan necesario para su bienestar como comer o pasear. Las caricias son la mejor forma en la que podemos transmitirle nuestro amor, y aunque la mayoría de las personas saben qué es lo que agrada a sus mascotas, la realidad es que existen algunos trucos y normas para hacerlo de la manera correcta. Así, lograremos establecer una relación más estrecha con él.
 
Hay algunas zonas que les resultan más complacientes que otras. Por ejemplo, adoran que les acaricien detrás de las orejas, ya que esto les relaja. Debemos hacerlo suavemente, sin ejercer presión y en movimientos circulares. El lomo es otro de los puntos clave, especialmente en la parte inferior, justo donde empieza la cola.
 
Asimismo, les encanta que masajeemos su pecho. Este es un gesto especialmente beneficioso para perros miedosos, ya que les aporta seguridad. Pero jamás debemos tocar de esta forma a un can desconocido, pues puede interpretarlo como una amenaza y reaccionar con agresividad. De hecho, antes de acariciarle deberíamos preguntar a su dueño si responde bien al contacto con los desconocidos.
 
También les gustan las caricias justo debajo del hocico, así como la tripa. Sin embargo, no podemos tocar esta última zona a no ser que sea el propio perro quien nos invite a ello, tumbándose boca arriba y mirándonos con ternura. Esta postura es un reflejo de total confianza hacia nosotros.
 
Lo más común es que los perros con los que convivimos no reaccionen mal ante caricias que no le gustan; simplemente no tienen ninguna reacción. No suele gustarles que les toquen la cabeza, que les abracen ni que les tapen el hocico.
 
Acariciar a nuestra mascota nos aporta grandes beneficios a ambos, pues tiene un poder desestresante y nos ayuda a aumentar la confianza. Intensificaremos estos efectos positivos si acompañamos el contacto con palabras amables y un tono de voz alegre.
 
 
 

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