Los científicos confirmaron que los caninos ponen atención.
Cuando una persona escucha a otra que le habla, no sólo reacciona a lo que se le está diciendo —a esas consonantes y vocales ensartadas en palabras y oraciones— sino también a otras características del habla, como el tono emocional y el género del hablante, por ejemplo. Un reporte de Current Biology proporciona algunas de las primeras evidencias de cómo los perros también diferencian y procesan esos diversos componentes de la voz humana.
“Aunque no podemos decir qué tanto o de qué manera los perros pueden entender la información del discurso en nuestro estudio, es posible afirmar que reaccionan tanto a los registros verbales como a la información relacionada con el hablante, y que esos componentes parecen ser procesados en diferentes áreas del cerebro del animal”, dice Victoria Ratcliffe, de la Escuela de Psicología en la Universidad de Sussex.
El estudio
Estudios previos han demostrado que los perros tienen sesgos hemisféricos —cerebro izquierdo contra el derecho— cuando procesan sonidos de la vocalización de otros perros. Ratcliffe y su supervisor David Reby dicen que era lógico investigar si los perros mostraban sesgos similares frente a la información que se transmite a través del lenguaje humano. Los científicos pronunciaron un discurso a cada lado del perro para que captaran los sonidos con cada uno de sus oídos, al mismo tiempo y con la misma amplitud.
“El aporte de cada oído es transmitido principalmente al hemisferio opuesto del cerebro", explica Ratcliffe. "Si un hemisferio está más especializado en el procesamiento de cierta información en el sonido, entonces esa información es percibida como proveniente del oído del lado opuesto”.
Si el perro ha volteado a su izquierda, eso demuestra que la información en determinado sonido fue escuchada más prominentemente por su oído izquierdo, lo que a su vez sugiere que el hemisferio derecho se ha especializado más en procesar ese tipo de información.
Parecido al cerebro humano
Los investigadores observaron sesgos generales en las respuestas de los perros a aspectos particulares de la voz humana. Cuando los animales fueron expuestos a órdenes de una voz familiar en las que los componentes más significativos de las palabras se hicieron más evidentes, mostraron un sesgo en el procesamiento del hemisferio izquierdo, como lo indicaron al girar hacia la derecha. Cuando, en cambio, se exageró la entonación o las señales vocales relacionadas con los hablantes, los perros mostraron un sesgo significativo en el procesamiento del hemisferio derecho.
“Esto es particularmente interesante porque nuestros resultados sugieren que el procesamiento de los componentes del discurso en el cerebro del perro se divide entre los dos hemisferios, en una manera realmente muy similar a como es discriminado en el cerebro humano”, expone Reby.
Por supuesto, eso no significa que los perros entiendan todo lo que los humanos pudiéramos decir o que ellos tengan una habilidad similar a la humana para el lenguaje, ni mucho menos. Pero, dice Ratcliffe, estos resultados apoyan la idea de que nuestras compañías caninas ponen atención, “no sólo a quiénes somos y cómo decimos las cosas, sino también a lo que decimos”.
Todo esto debería ser una buena noticia para muchos de nosotros, los seres humanos amantes de los perros, ya que pasamos un tiempo considerable hablándoles. Ellos no siempre te entienden, pero es un hecho que están escuchando.
“Aunque no podemos decir qué tanto o de qué manera los perros pueden entender la información del discurso en nuestro estudio, es posible afirmar que reaccionan tanto a los registros verbales como a la información relacionada con el hablante, y que esos componentes parecen ser procesados en diferentes áreas del cerebro del animal”, dice Victoria Ratcliffe, de la Escuela de Psicología en la Universidad de Sussex.
El estudio
Estudios previos han demostrado que los perros tienen sesgos hemisféricos —cerebro izquierdo contra el derecho— cuando procesan sonidos de la vocalización de otros perros. Ratcliffe y su supervisor David Reby dicen que era lógico investigar si los perros mostraban sesgos similares frente a la información que se transmite a través del lenguaje humano. Los científicos pronunciaron un discurso a cada lado del perro para que captaran los sonidos con cada uno de sus oídos, al mismo tiempo y con la misma amplitud.
“El aporte de cada oído es transmitido principalmente al hemisferio opuesto del cerebro", explica Ratcliffe. "Si un hemisferio está más especializado en el procesamiento de cierta información en el sonido, entonces esa información es percibida como proveniente del oído del lado opuesto”.
Si el perro ha volteado a su izquierda, eso demuestra que la información en determinado sonido fue escuchada más prominentemente por su oído izquierdo, lo que a su vez sugiere que el hemisferio derecho se ha especializado más en procesar ese tipo de información.
Parecido al cerebro humano
Los investigadores observaron sesgos generales en las respuestas de los perros a aspectos particulares de la voz humana. Cuando los animales fueron expuestos a órdenes de una voz familiar en las que los componentes más significativos de las palabras se hicieron más evidentes, mostraron un sesgo en el procesamiento del hemisferio izquierdo, como lo indicaron al girar hacia la derecha. Cuando, en cambio, se exageró la entonación o las señales vocales relacionadas con los hablantes, los perros mostraron un sesgo significativo en el procesamiento del hemisferio derecho.
“Esto es particularmente interesante porque nuestros resultados sugieren que el procesamiento de los componentes del discurso en el cerebro del perro se divide entre los dos hemisferios, en una manera realmente muy similar a como es discriminado en el cerebro humano”, expone Reby.
Por supuesto, eso no significa que los perros entiendan todo lo que los humanos pudiéramos decir o que ellos tengan una habilidad similar a la humana para el lenguaje, ni mucho menos. Pero, dice Ratcliffe, estos resultados apoyan la idea de que nuestras compañías caninas ponen atención, “no sólo a quiénes somos y cómo decimos las cosas, sino también a lo que decimos”.
Todo esto debería ser una buena noticia para muchos de nosotros, los seres humanos amantes de los perros, ya que pasamos un tiempo considerable hablándoles. Ellos no siempre te entienden, pero es un hecho que están escuchando.
Fuente: http://www.ngenespanol.com/
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