miércoles, 8 de enero de 2014

Los perros, más humanos de lo que pensamos

 
Los perros no ladran, hablan. ¿Qué significado tienen los ladridos de tu perro?
 
Los ladridos de tu perro, más allá de causarte problemas con vecinos y no dejarte dormir, están cargados de significados que los canes, y a veces los humanos, pueden decodificar.
 
Brian Hare y Vanessa Woods, investigadores de la Universidad de Duke, convencidos de la inteligencia canina, condujeron varios experimentos en los que comprueban existe entre los perros un elaborado lenguaje.
 
Al igual que los humanos, los perros pueden vocalizar. Si bien no lo hacen con la misma sofisticación, la movilidad de sus cuerdas vocales les permite alterar su voz para producir diferentes sonidos con diferentes significados. Los ladridos y gruñidos varían según el contexto.
 
 
En una prueba, los científicos grabaron a dos perros gruñendo, uno mientras protegía su comida y otro al acercársele un desconocido. En una segunda etapa, se colocó un hueso jugoso y cada que un perro iba hacia él se reproducían las grabaciones. Los perros titubeaban al escuchar el gruñido por la comida más que el de por un extraño.
 
En un experimento similar, se grabó el ladrido de un perro al sentirse solo y otro cuando se aproximaba un extraño. Diferentes perros escucharon las grabaciones y se ponían en alerta al oír el ladrido provocado por un extraño. Claramente, los perros podían distinguir entre los diferentes sonidos y comprender sus significados.
 
 
Sin embargo, la comunicación canina no es exclusiva de los perros. Durante otro experimento se le pidió a un grupo de personas que escucharan diferentes ladridos. La mayoría pudo distinguir entre aquellos que eran amistosos, agresivos, por soledad, o causa de un extraño. Se cree que los ladridos son consecuencia de la domesticación, ya que los lobos raramente lo hacen.
 
A pesar de acompañarnos durante miles de años, realmente sabemos poco acerca del lenguaje canino, quizá estudios como éste nos ayuden a entender mejor a nuestro mejor amigo.
 
 
El lado "sentimental" de los perros
 
70% de las personas encuestadas afirma que su perro está constantemente a su lado,
y la gran mayoría reconoce que le da muestras de afecto a diario,
como abrazos 85% o incluso besos 76%. (Foto: Archivo AP )
 
Los perros domésticos son receptivos a los gestos y comunicaciones humanas, aprenden porque observan con atención.
 
La convivencia entre humanos y canes crea lazos afectivos y hace que muchos propietarios traten a sus animales como si fueran sus pares, y que los perros se comporten "en algunos casos" de forma similar a las personas, con una inteligencia y memoria notables.
 
 
Los científicos Claudia Fugazza y Ádám Miklósi, determinaron en una investigación, publicada en la revista Animal Cognition, que los perros domésticos son receptivos a los gestos y comunicaciones humanas, aprenden porque observan con atención a la gente y reciben fácilmente la influencia humana en situaciones de aprendizaje.
 
La capacidad canina para imitar una acción novedosa tras una dilación, de hasta un minuto, sugiere la presencia de un tipo específico de memoria de largo plazo o  "retentiva declarativa", la cual se refiere a memorias que pueden recordarse conscientemente, explicaron los investigadores.
 
 
El estudio, llamado Primer Análisis del Observatorio Fundación Affinity sobre el vínculo entre personas y animales de compañía, revela que existe un fuerte lazo emocional entre los propietarios y sus animales de compañía, hasta el punto de que 63% de los dueños afirma que le cuenta a su perro cosas que no comparte con nadie más.
 
Esta investigación pionera en Europa y en la que participó la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona, en España, pone de relieve que muchas personas tienen fuertes vínculos afectivos con las mascotas con las que comparten su vida.
 
El estudio señala que 9 de cada 10 personas dicen que su perro siempre está con ellos cuando necesitan consuelo, afecto, seguridad o motivación, y tienen la certeza de que seguiría siempre a su lado de forma incondicional.

 
Más que compañía.
 
Según el estudio, 70% de las personas encuestadas afirma que su perro está constantemente a su lado, y la gran mayoría reconoce que le da muestras de afecto a diario, como abrazos 85% o incluso besos 76%.
 
Globalmente, el vínculo entre la persona y el animal es tan fuerte que 8 de cada 10 encuestados aseguró que su perro es un motivo para levantarse cada día.
 
La Fundación Affinity destaca que 54% de las personas lleva su perro cuando va a visitar a sus amigos, mientras que 84% juega con él cada día y 90% ve televisión acompañado de su mascota o su perro.

 
La conexión a nivel emocional también es especialmente fuerte en el caso de los más pequeños, pues el estudio revela que 8 de cada 10 niños, de entre 9 y 12 años de edad, prefieren jugar con su gato que videojuegos.
 
Asimismo, que el animal de compañía son los que mejor les hacen superar la sensación de miedo o tristeza, pues el niño recurre de forma habitual a su mascota para abrazarla y encontrar alivio en estas situaciones, y busca a su perro o gato como fuente de consuelo.
 
Jaume Fatjó, director de la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la UAB, afirma: Los perros entran a formar parte de la red social de sus propietarios porque proporcionan no solo compañía, sino también apoyo emocional en momentos de dificultad.
 
De acuerdo con Fatjó, el can presenta dos características atractivas: disponibilidad y confidencialidad.

 
Su disponibilidad es siempre total y ello encaja con la frase que tantas veces oímos de propietarios de perros de "siempre está allí cuando lo necesitamos"  y eso es particularmente importante para aquellos dueños con una red social comprometida, como muchas personas mayores. Su confidencialidad es, en todo caso, obligada, pero al parecer efectiva, explica el experto.
 
La influencia
 
Algunos estudios científicos sugieren que algunos rasgos de temperamento del propietario pueden influir en el comportamiento del perro, indicaban hace unos años expertos etólogos de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, recuerda Fatjó. Sin embargo, ello no significa que la conducta de la mascota se parezca a la del dueño, pues en la convivencia con el ser humano el perro conserva los rasgos fundamentales de comportamiento de su especie.

 
Pero, explica: Sí es cierto que muchos aspectos del comportamiento del perro coinciden con nuestra forma de ser y, por ello, suponemos que la relación es tan intensa.
 
Añade que al igual que los humanos, los canes son animales gregarios, a los que les encanta vivir en grupo y que forman vínculos emocionales muy fuertes y duraderos con quienes conviven, añade el veterinario.
 
Además, el proceso de domesticación ha potenciado la capacidad del perro para leer el lenguaje corporal humano e incluso imitarlo, tal como sugieren algunas investigaciones recientes, remata Fatjó.

 

 

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