viernes, 30 de enero de 2015

¿Estás listo para tener un perro grande?

Lo importante es que cuando vayas a adquirir un perro, estés bien informado y te asegures de que vaya con tu estilo de vida. (Archivo / GFR Media)
 
Tener un hermoso San Bernardo o Gran Danés es el sueño de muchos amantes de animales, que, sin embargo no están del todo preparados para los retos que conlleva.
 
Los perros grandes y gigantes tienen su encanto. Muchas personas sueñan con tener perro grandes por lo lindos e impresionantes que son pero una vez los adquieren se dan cuenta de que todo, pero absolutamente todo es más grande y complejo que cuando se tiene un perro pequeño... incluyendo sus necesidades.
 
Pero, hay personas para todo tipo de perros. De modo que, lo importante es que cuando vayas a adquirir un perro, estés bien informado y te asegures de que vaya con tu estilo de vida. A continuación, algunas puntos a tener en consideración antes de adoptar a un perro grande:
 
Todo es más costoso. Desde la comida hasta sus gastos veterinarios van a ser más costosos.
 
Ocupan más espacio. Recuerda que ningún perro debe vivir 100% en el patio, por lo tanto, si vives en un apartamento o una casa pequeña, es importante que le tengas un espacio cómodo adentro de tu hogar. Mientras más lo margines al patio más antisocial o salvaje va a ser el perro.
 
Tienden a ser más torpes. ¿Alguna vez un Gran Danés o un Labrador te ha dado con el rabo? Te puedo decir que es casi como un latigazo y hasta suelen dejar moretones en el área en donde pegan. Por lo tanto, si tienes niños pequeños o vives con personas mayores, te recomiendo que lo pienses dos veces antes de adoptar uno.
 
 
Requieren más paseos y ejercicio diario. Para cansar a un perro pequeño o mediano, con tirarle la bola en el pasillo de tu casa varias veces será suficiente.  En el caso de los perros grandes, es necesario que reciban su paseo todos los días. Por lo tanto, si eres una persona sedentaria o que pasa mucho tiempo fuera del hogar lo recomendable es un perro pequeño o mediano.
 
Alcanzan lugares que ni te imaginas. Hace un tiempo entrené un Irish Setter que cuando sus guardianes se iban a trabajar él se entretenía con la esponja de fregar. Se trepaba en el fregadero y la cogía sin problema. En otra ocasión, estaba entrenando un Gran Danés y en su casa no se podía poner nada en los topes de la cocina, ni siquiera un vaso, porque el perro todo lo cogía. No se tenía ni que parar en dos patas para alcanzar.
 
 
 

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