FOTO: AÍDA VALLELADO MOLINA
- Los expertos atribuyen el color a la ingesta de biliverdina, un pigmento tóxico presente en la placenta de las perras.
El pasado martes 3 de junio Aída y Manuel Vellaldo, propietarios de la criadora canina Rehala los Basares, en Laguna de Duero (Valladolid), contemplaron atónitos como una de sus hembras paría dos cachorros de color verde fosforito. La reacción inicial de los dueños fue pensar que se trataba de "suciedad", declaró Aída para <<La Laguna al Día>>, "pero por mucho que frotaba no se iba el color".
Expertos en reproducción de la Facultad de Veterinaria de Madrid aseguraron que no se había visto nada parecido en la bibliografía veterinaria en España.
Uno de los dos cachorros murió poco después de nacer debido a su delicado estado de salud, según los propietarios, "ambos eran más débiles que el resto". Una semana después, los especialistas del Centro Veterinario Colmillos y Zarpas (Segovia) apuntaron a una enfermedad "vírica o bacteriana", provocada por la ingesta de biliverdina, como posible causa de la insólita pigmentación.
Intoxicación por biliverdina
La biliverdina, que puede ser de color verde o azul, puede encontrarse en la placenta de los perros aunque "nunca suele ser absorbida por los cachorros". Por alguna razón, "los podencos se intoxicaron durante la gestación, por eso eran más débiles", aclararon desde Colmillos y Zarpas. Desde entonces, el pelaje del cachorro superviviente, han comunicado los propietarios, ha ido perdiendo poco a poco el color verde.
Fuente: http://www.elperiodico.com/
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