miércoles, 17 de octubre de 2012

Las 3 "C": Celo. Cortejo. Castración.


1ª "C": Celo

El período de celo nos indica que nuestra perra podría reproducirse si nosotros la dejásemos, es decir, ya está físicamente preparada para ser mamá. Popularmente, se conoce como la "menstruación" de las hembras, debido a las pérdidas sanguinolentas que ésta sufre.

En las razas de tamaño pequeño, el primer celo se manifiesta entre los 6 y los 8 meses de edad. En algunas razas incluso puede que se produzca hacia los 24 meses.

El ciclo sexual de la perra se divide en cuatro fases muy diferenciadas y características. Es necesario distinguir cada una de ellas, si queremos cruzar a nuestra perrita:
* El poestro: Dura entre 7 y 10 días. En esta fase se hincha la vulva y existen pérdidas sanguinolentas y aunque la hembra atrae machos, rechaza la monta o actividad sexual.
* El estro: Dura entre 5 y 15 días. En este período la hembra acepta al macho. Se produce la ovulación, la vulva sigue hinchada pero disminuyen las pérdidas de sangre.
* El metaestro: Dura entre 110 a 140 días y está marcado por el rechazo de una nueva monta. Este período corresponde al de gestación, parto y lactancia en las perras que ya se han apareado.
* El anestro: Su duración es variable y corresponde al período de descanso sexual.
El acoplamiento debería realizarse durante el estro y más precisamente durante la ovulación (entre el 8 y 15 día).




Es importante anotar la fecha del primer celo de la perra, de esta forma sabremos cuánto durará el ciclo en próximas ocasiones. Un ciclo normal puede durar de 5 a 10 meses según las razas, y debe ser constante. Es normal que los períodos se adelanten o retrasen en el caso de algunas hembras. Por ejemplo: las perras viejas a veces presentan un ciclo más espaciado o irregular pero nunca dejan de tenerlo, y las perras salvajes sólo presentan el ciclo una vez por año.

Síntomas:
El comportamiento de la perra puede parecer extraño: orina más que de costumbre, parece ansiosa y no reacciona a las caricias del dueño. Es importante tranquilizarla. Es normal que las mamas, ya desarrolladas, alcancen su tamaño adulto, que la vulva se hinche y que en sus bordes aparezcan manchas de sangre claras.
- Es aconsejable dejar -al menos- dos ciclos estrales antes de cruzar a nuestra mascota.
- Para evitar tener un ejército de machos "enamorados" detrás de nuestra perrita, es fundamental que, a la hora de sacarla a orinar, lo hagamos con precaución, de forma que evitemos la cercanía de los machos a su alrededor.
- Bajo ningún concepto hay que perder de vista a la hembra, ya que puede irse en busca de un macho. Es recomendable atarla para evitar incómodas situaciones.
- Si el macho logra cubrir a la hembra, nunca se deben separar; ya que quedan enganchados unos quince minutos tras el acto sexual. Si intentamos soltarles a la fuerza podríamos ocasionarles graves lesiones.



- Las perras pueden tener cachorros incluso de viejas (el ciclo continua hasta edad muy avanzada), pero las riesgos pueden ser mortales, tanto para ellas como para los cachorros.
- La hembra decide cuándo y con quién se cruza y -por lo general- escoge al macho que conozca o con el que se sienta más cómoda, no al que al dueño se le antoje. Es fundamental, por supuesto, que el perro sea un buen macho predispuesto, tranquilo y con experiencia, que transmita paz a la hembra.



- La hembra, justo antes de la ovulación, se vuelve más juguetona, buscando la atención del macho.
- La hembra estará lista para ser cubierta por el macho cuando permanezca quieta y retire su cola para mostrarle su vulva (solo hará esto cuando ya haya ovulado).
- En el caso de no querer cruzarla, si macho y hembra comparten la casa, es saludable para el macho apartarlo para que no se vuelva loco de amor, y nos vuelva locos por el ruido a nosotros; suele llorar, ladrar a la hembra,... repetitivamente.

El celo atípico
Impuberismo: La perra nunca ha tenido un ciclo sexual, notándosesíntomas evidentes: enanismo, delgadez, trastornos cutáneos...
Hiposexualidad: La perra tiene ciclos sexuales pero se hacen cada vez más tenues y hasta ausentes. La obesidad es uno de sus principales síntomas. En este caso, la perra no suele ser fértil.
Hipersexualidad: Se produce un acortamiento del intervalo entre los estros. La hembra no es fértil y presenta trastornos del comportamiento, aunque es muy raro que se presente.

Retraso
Si se produce un retraso en el celo, es recomendable consultar al veterinario cuando la perra tenga más de un año en razas pequeñas,  o más de dos años en razas grandes. Es importante saber si el retraso va acompañado de un problema real de esterilidad o si se puede corregir médicamente.





2ª "C": Cortejo

La seducción no es exclusiva de las personas. Una perra elige a su pareja entre varios pretendientes, tal y como hacemos nosotros. Se muerden, juegan y lamen para calentar el ambiente antes de la cópula. Una perra preparada para el apareamiento muestra interés con el ladeo de su cola, enseñando su vulva.

El ritual de la seducción canina, antes del apareamiento, se produce dos veces al año para la hembra y coincide con su celo. Conocer las claves y sus problemas ayuda a asegurar el éxito de la reproducción de nuestra mascota.



Cuando la hembra entra en celo, libera con su orina unos potentes estimulantes químicos llamados feromonas. Aunque para nosotros son inodoros, un macho puede olerlos desde kilómetros de distancia. Estas feromonas actúan como potentes herramientas de seducción. Es como si la hembra grita con altavoces de gran potencia: "¡Estoy disponible sexualmente!". La perra esparce su orina cargada de hormonas antes incluso de estar preparada para la cópula. Quiere atraer a varios perros y elegir al mejor pretendiente posible. 

Juegos preliminares caninos

Aprender a interpretar los gestos de una perra es primordial, no solo para el macho que pretende montarla, sino para quien toma la decisión de criar una camada. Que la hembra se muestre amable y seductora no significa que esté lista para el apareamiento.
Hasta que sus óvulos no estén preparados para ser fecundados, ella rechazará las insinuaciones del macho. Podría incluso mostrarse agresiva si él intenta montarla. Por ello, el cortejo puede durar varias horas. Sólo cuando ella esté lista se quedará quieta ante el macho como señal.
Para que el esperma del macho alcance con éxito los óvulos de la hembra (fecundación), el encuentro debe producirse en el momento adecuado del ciclo sexual de la perra; tal y como hemos dicho antes, en la segunda fase.
La edad y la experiencia de los animales son cuestiones que también deben de tenerse en cuenta cuando se pretende cruzar con éxito un animal. Un macho puede ser fértil a partir de los seis meses de edad, pero esto no asegura que sea sexualmente maduro. Por ello, es recomendable esperar hasta el año o año y medio de edad para asegurarnos el éxito del cruce.
En las hembras, la llegada del celo es la señal que marca su capacidad para reproducirse. No obstante, el aparato reproductor de una hembra no funciona a pleno rendimiento hasta el segundo celo, que llega a partir del año de vida. Pero se recomienda no cruzar a la hembra hasta que ovule por tercera vez. Algo que ocurrirá cuando tenga entre 18 y 24 meses de edad.



  
Señales de que la hembra está preparada

Una vez que los niveles de hormonas bajan, la perra está lista para aparearse. Su actitud dista mucho de ser pasiva. Captará la atención del macho con acercamientos y movimientos insinuantes. Desplazará hacia un lado la cola, mostrando sus genitales como invitación. Es difícil que el macho la ignore. Él mostrará su interés olfateando su cara y costados, y lamiendo su vulva. Este proceso puede durar varias horas.
La ovulación en la hembra desencadena una serie de cambios visibles en el cuerpo del animal. Cuando está receptiva para el apareamiento, el tamaño de la vulva crece. El sangrado, aunque no tan abundante, prosigue. No conviene, sin embargo, forzar a la pareja. El apareamiento debe ser espontáneo. Si no sucede, significa que uno de los dos animales no está preparado. Incluso puede que la perra sea inexperta, ralentizando el proceso del apareamiento. Hay que tener paciencia y dejar que ellos solos actuen.


Problemas más comunes durante el apareamiento

La experiencia es un grado a la hora de cruzar a dos perros. No es extraño que un perro primerizo no acierte al montar a la perra, y precise varios intentos. Las señales de disponibilidad enviadas por la perra tampoco son sencillas de interpretar para un macho que se enfrenta por primera vez al juego de la seducción. Sin embargo, también hay machos que tienen innato este arte y cubren a la primera a la hembra.
Cuando una pareja de canes no muestra interés por el apareamiento es recomendable ofrecer ayuda a la pareja. Utilizar algunos trucos para crear ambiente maximiza las posibilidades de éxito del encuentro.

La primera pregunta que debe asaltar es la recurrente: ¿en tu casa o en la mía?

Uno de los problemas típicos a la hora de aparear a nuestra mascota es no acertar con el lugar elegido. La mejor opción es trasladar a la hembra, ya que puede sentirse intimidada ante la presencia de un perro que no conoce en su casa. Conviene que el dueño de la perra no esté presente en el momento del encuentro para disminuir la posibilidad de rechazos.
Cuando la ayuda y el ambiente creado no funcionan, conviene recurrir a la inseminación artificial. El veterinario puede ayudarle a tomar la decisión más acertada en cada caso.




3ª "C": Castración

Una gran cantidad de propietarios de mascotas, al escuchar hablar sobre la esterilización/castración de animales, se aterrorizan. Estamos hablando de la salud de su mascota. Es recomendable que nuestros perros, si no van a criar, sean esterilizados por el bien de su salud. Con la castración, se disminuyen conductas no deseadas y posibles enfermedades (concretaremos más adelante).




Lo aconsejable es esterilizar a su perro. Su mascota va a seguir siendo la misma, las únicas conductas que disminuyen o desaparecen son las relacionadas con las hormonas. La intervención quirúrgica es sencilla: a los machos se les sacan los testículos (hay otras más complejas), y a las hembras, el útero y ovarios. La recuperación en los dos casos es inmediata, no lleva mas de diez días.
Las mascotas castradas no engordan, eso es un mito. Necesita menos alimento y, por supuesto, ejercicio, como siempre.
Si no pretende criar con su mascota, póngase en contacto con su veterinario para informarse y -juntos- programar esterilizar a su mascota.
Las mascotas esterilizadas tienen una mejor calidad de vida, por lo que pueden llegar a vivir más años.
 
 
Castración en Machos
 
Positivo:
- Elimina el bajo riesgo de morir de cáncer testicular (probablemente < 1%).
- Reduce el riesgo de problemas de próstata no cancerosos.
- Reduce el riesgo de fístulas perianales.
- Puede posiblemente reducir el riesgo de diabetes (datos no conclusivos).
Negativo;
- Si se practica antes del año de edad, aumenta significativamente el riesgo de osteosarcoma. Este es un cáncer común en razas medianas y grandes con una mala prognosis.
- Aumenta el riesgo de hemangiosarcoma cardiaco en un factor de 1.6.
- Triplica el riesgo de hipotiroidismo.
- Aumenta el riesgo de deterioro progresivo cognitivo geriátrico.
- Triplica el riesgo de obesidad, un problema común en perros con muchos problemas de salud asociados.
- Cuadruplica el bajo riesgo de cáncer de próstata (< 0,6%).
- Dobla el bajo riesgo de cáncer en el tracto urinario (< 1%).
- Aumenta el riesgo de problemas ortopédicos.
- Aumenta el riesgo de reacciones adversas a las vacunas.


Castración en Hembras

Positivo;
- Si se hace antes de los dos años y medio, reduce enormemente el riesgo de padecer tumores mamarios, el tipo de cáncer maligno más común en perras.
- Prácticamente elimina el riesgo de piometria, que afecta al 23% de hembras enteras y mata alrededor de 1% de hembras enteras.
- Reduce el riesgo de fístulas perianales.
- Quita el muy bajo riesgo de tumores cervicales, ováricos y uterinos (< 0.5%).
Negativo;
- Si se practica antes del año de edad, aumenta significativamente el riesgo de osteosarcoma. Este es un cáncer común en razas medianas y grandes con una mala prognosis.
- Aumenta el riesgo de hemangiosarcoma esplénico con un factor de 2.2 y hemangiosarcoma cardiaco en un factor mayor a 5. Es un cáncer común y una de las causas de muerte de algunas razas.
- Triplica el riesgo de hipotiroidismo.
- Aumenta el riesgo de obesidad con un factor de 1.6-2. Es un problema de salud común en perros y lleva otros problemas de salud asociados.- Causa incontinencia urinaria en aproximadamente un 20% de las perras.
- Aumenta el riesgo de infecciones urinarias recurrentes u ocasionales con un factor de 3-4.
- Aumenta el riesgo de vulva invertida, dermatitis vaginal y vaginitis, especialmente en hembras castradas antes de la pubertad.
- Dobla el pequeño riesgo de tumores en el tracto urinario (< 1%).
- Aumenta el riesgo de problemas ortopédicos.
- Aumenta el riesgo de reacciones adversas a las vacunas.


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