Los menores que se ven involucrados en procesos judiciales, como divorcios o abusos sexuales, pueden sufrir angustia o estrés y tener un perro de terapia a su lado les ayuda.
Perros como «Suri», un Golden Retriewer, o «Congo», un labrador, son seleccionados desde cachorros para realizar labores de terapia. «Primero hay una introductoria donde el menor va a conocer al perro y va a establecer un vínculo» nos cuenta Iziar Hernández, una de las adiestradoras y después el animal acompaña al niño a una sala donde se realiza la entrevista «donde el menor puede acariciar al animal». Amelia, una trabajadora social de los juzgados de familia de Madrid, nos cuenta que muchas vecen los menores vienen «preocupados, tensos, nerviosos y con ansiedad» y «estar en contacto con animal les da tranquilidad y seguridad».
Madrid está desarrollando esta experiencia pionera importada de Estados Unidos en cuatro juzgados de familia de la capital para después extenderla a otros de toda la región. El objetivo final es que los perros puedan entrar en juicios, como ya ocurre en otros países.
Fuente: http://www.abc.es/
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