En otras ocasiones, os hemos dado consejos para criar con vuestros perros, pues nos parece importantísimo informaros sobre la responsabilidad que acarrea, así como el gasto y el tiempo que supone.
Independientemente de si tomas o no la decisión de criar con tu perrita o de ofrecer a tu macho para montas, sí queremos darte unos pequeños consejos que, quizás, te ayuden a tomar la decisión final:
1º).- NUNCA tendrás un cachorro igual a la madre o al padre. Es inviable e imposible. Genéticamente, los cachorros pueden parecerse a sus padres, pero nunca prometen ser una réplica exacta de ninguno de ellos, ni física ni psicológicamente.
2º).- La perra o posible mamá ha de estar preparada física y psicológicamente SIEMPRE:
- Físicamente tiene que estar debidamente vacunada y en forma, ya que tiene que estar preparada para alimentar y cuidar debidamente a sus cachorros durante los dos meses de gestación y los primeros días de vida de sus cachorros (hasta que empiecen a alimentarse de pienso reblandecido). Se recomienda que, en razas pequeñas, el macho que monte sea de tamaño más pequeño que la hembra para facilitarle el parto.
- Psicológicamente porque no todas las perras están preparadas para criar. Hay perras que rechazan a sus cachorros, ya sea por miedo a lo desconocido u otra razón, lo que supone un problema de salud para sus cachorros.
* Edad recomendada: Más de 1 año y menos de 10 años cumplidos en el momento de la monta.
3º).- Los machos que se ofrezcan para montas también tienen que estar física y psicológicamente preparados:
- Físicamente, tienen que estar con la cartilla veterinaria al día, es decir, desparasitados y vacunados debidamente.
- Psicológicamente, hay machos que no saben montar e, incluso, lo rechazan. A pesar de que se les puede enseñar, no todos están preparados para esa actividad. Si no se tiene cuidado, puede crearles incluso un trauma.
* Edad recomendada: Más de 9 meses y menos de 12 años cumplidos en el momento de la monta.
4º).- Tiempo y dinero.
Durante la gestación, la perrita va a necesitar unos cuidados extras, así como una alimentación más húmeda, apetecible y jugosa. Normalmente comida húmeda, lo que supone ya un gasto extra. Ojo con no sobrealimentarla, pues provocaría que los cachorros fuesen de gran tamaño, lo que equivaldría a un parto complicado.
Una vez nacidos los cachorros, y si el parto ha ido bien (recomendamos que sea controlado por un veterinario profesional), la mamá se hará cargo de todo: alimentarlos, limpiarlos y darles calor, con lo que nuestra única preocupación será que la perrita esté bien alimentada e hidratada y todos los cachorros mamen debidamente de ella.
Cuando los cachorros empiecen a comer pienso reblandecido con agua, aproximadamente a los diez días de vida, nosotros tendremos que hacernos cargo de la limpieza de la paridera, así como de los cachorros, lo que requiere mucho tiempo y paciencia. La mamá seguirá estando con ellos, pero no será tan esencial e imprescindible.
* Aquí empieza a ser muy importante la fase de impregnación de los cachorros, pues es fundamental e imprescindible que tengan una socialización adecuada para evitar posibles traumas o miedos y malos comportamientos futuros. Si los cachorros no están bien socializados (siendo esta misión del dueño de la perrita), es muy posible que tengamos futuros problemas de agresividad, destrucción de objetos, ansiedad, hiperactividad, rechazo... ¡Ojo con esto!
5º).- Responsabilidad. Aparte de tener en cuenta la multitud de cachorros y perros abandonados de nuestro país, criar es una responsabilidad, no un capricho. Tenga en cuenta que su perrita puede tener de dos a diecisiete cachorros (en casos excepcionales), con lo que tiene que estar preparado para todo.
Si decide criar, recomendamos que algunos de los cachorros ya los tenga colocados a familias responsables y amantes de los animales, que entiendan el tiempo, dinero y trabajo que supone tener un perro en casa durante, aproximadamente, quince años que vivirá el can.
6º).- Sentido común. A la hora de tomar la decisión de criar, no debemos anteponer nuestros intereses o beneficios al bienestar de nuestra hembra o al ofrecimiento como semental de nuestro macho. Criar no debe considerarse como un negocio nunca.
En contra de las habladurías, NO es obligatorio montar a la hembra o que el macho monte, al menos una vez en su vida. No les pasa nada si no lo hacen. No sufren.
Hay que ser conscientes de la superpoblación de perros en nuestro país y de la cantidad de abandonos que llenan las calles. Aunque así sea, no hay que pensar que el perro es sólo un animal.
Adoptar a un perro adulto también puede darnos muchísimos beneficios y alegrías, y los refugios y casas de acogidas están llenos de ellos.
Si finalmente y después de atender todos estos requisitos, estás decidido a criar, te dejamos en el siguiente enlace el Reglamento Internacional de Cría de la Federación Cinológica Internacional, para que conozcas las condiciones que se exigen y lo que se recomienda que debe figurar en el contrato:
Un maravilloso artículo que muchos deberían leer. Enhorabuena.
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