lunes, 7 de julio de 2014

Perros y niños, juego y afecto

 
Hay una magia especial entre niños y animales. Es así. No con todos, es cierto. Hay niños que no siente esa afinidad o a los que puede el miedo, un miedo muchas veces inoculado por adultos, pero en la gran mayoría de los casos lo que hay es una fascinación inicial.
 
Este fin de semana ha sido muy perruno. Hemos tenido otro perro en casa como invitado y el sábado quedamos con unos amigos en un parque de Madrid la mar de canino. Fui con Julia y con unos amigos. En total seis perros estuvieron jugando, corriendo y disfrutando de la vida con esa intensidad despreocupada propia tan sólo de los animales, los niños y unos pocos adultos privilegiados.
 
 
Es una pena que no haya demasiadas posibilidades de aunar ocio infantil y canino. Más allá de parques y excursiones, muy pocos sitios que piensan en los niños admiten animales. Planes con niños y planes con perro cuando el tiempo es malo y el exterior está descartado se cuentan con los dedos de una mano y sobran tres o cuatro.
 
Aquí algunos posts que he escrito en los últimos seis años en este blogs sobre los animales y los niños, tal vez os resulten interesantes:
 
La semana pasada Fundación Affinity presentó su segundo estudio sobre la relación entre seres humanos y animales de compañía, os dejo con el apartado que dedicaron a los niños:
 
En términos de vínculo emocional, un colectivo que se ha tenido especialmente en cuenta en este estudio son los niños. Según se ha comprobado, en un 60% de los casos el niño asocia al perro o gato con “compañero de actividades y juegos”. Como ya revelaba el pasado año la primera edición del estudio, 8 de cada 10 niños de entre 9 y 12 años prefieren jugar con su gato o su perro antes que los videojuegos.
 
 
Además, para uno de cada dos niños (46%), el animal es percibido como la principal fuente de apoyo emocional después de los padres. Los lazos afectivos con el animal de compañía son los que mejor les hacen superar la sensación de miedo o tristeza, pues el niño recurre de forma habitual a su mascota para abrazarla y encontrar alivio en estas situaciones. Este comportamiento se repite cuando al niño se le presenta un problema, ya que busca a su perro o gato como fuente de consuelo en la misma medida que a sus padres.
 
 
Destaca también la percepción que los niños tienen de su relación con la mascota, ya que el primer concepto que asocia la mayoría es el de “cuidar”, seguido por “jugar” y “alimentar”. Así pues, el estudio subraya los valores de responsabilidad que los animales de compañía transmiten a los niños.
Otra de las conclusiones de este estudio es que la edad juega un papel relevante en la manera en la que vemos a nuestros perros y gatos: a menor edad se constata una actitud más positiva hacia los animales de compañía respecto a la que muestran los adultos o la gente mayor. Los datos también revelan que tienen más afinidad con las mascotas las mujeres que los hombres. En todo caso, la opinión mayoritaria (76%) es que las mascotas deben ser tratadas como un miembro más de la familia.
 
 
 

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