miércoles, 10 de septiembre de 2014

La increíble vida de Tyson, el perro más chico del mundo

 
Es el resultado de una cruza entre un chihuahua y un lhasa apso, vive en Reino Unido y se convirtió en una sensación en internet. Mide 10 centímetros y pesa 280 gramos.
 
Tyson es tan diminuto que no se encuentran collares para perros que no se le salgan. Por eso, Rosemarie Mclinden, su dueña, tiene que ponerle una correa diseñada para hurones.
 
Los paseos con él son de lo más insólito, porque tiene patas tan cortas que cualquier recorrido le resulta extenuante. Aunque eso no le impide amar las salidas como cualquier otro perro.
"Es tan delicado que no le gusta correr ni dar vueltas como otros cachorros. Pero sí disfruta de darle una buena golpiza a los muñecos para morder", cuenta Rosemarie.
Las cosas no fueron fàciles para Tyson. Ser tan diferente a los otros representantes de su especie le ha traído dificultades desde el comienzo.


Los primeros en rechazarlo fueron sus hermanos, que lo veían demasiado pequeño y no lo dejaban acercarse a la madre para alimentarse. Eso podría haberlo dejado al borde de la muerte, de no haber sido por el amor que Rosemarie le ofreció desde el primer momento.
Esta mujer de 46 años, vecina de Lincolnshire, Inglaterra, lo adoptó como si fuera su propio hijo. Al ver sus dificultades para comer, lo empezó a alimentar ella misma, con la mano.
"Tuvimos que separarlo del resto de los cachorros. Lo trataban como si fuera un juguete chillón", dice la dueña.
Ella y su marido, un conductor de autobús de 47 años, tienen planes para presentarlo ante el Libro de los Records Guinness, porque están seguros de que es el perro más chico del planeta.
"Tiene cinco meses, pero a pesar de estar bien alimentado, no ha crecido nada", dice Rosemarie.
"Y cuando lo bañamos se encoje a nada, porque es puro pelo", agrega.
 
 
 

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