lunes, 1 de septiembre de 2014

Zubieta: “Es preciso educar primero a los amos, no a los perros”

 
El psicólogo de perros con formación en Nueva York y cursos recibidos del  famoso adiestrador de canes, Cesar Milán en Filadelfia, Gabriel Zubieta, aseguró que los problemas con las mascotas no radican en los perros sino en los humanos, quienes no educan a sus mascotas.


El experto considera que lo más importante para tener un can “balanceado” radica en tres pilares: enseñar obediencia, disciplina y dar afecto. A ello se suma que es preciso garantizar cinco elementos básicos al animal: collar, juguetes, comida, agua y una cama.
 
Zubieta explica que los perros no  ven a las personas sino las huelen. A través de ello, sienten la verdadera esencia de las personas y su energía.    Ante ello recomendó lo siguiente:
 
Para evitar convertir la casa en un cuarto de baño del can, es preciso designar un área específica alejada y con sombra donde la mascota realice sus necesidades. Para ello, recomendó dejar desde un periódico, cartón o incluso sus mismos desechos en el lugar para que ésta se  “familiarice” con el sector.  En caso que el perro no obedezca, sugiere ponerle el collar, llevarlo donde cometió el error y reprenderlo con un tono de voz elevado y sin pronunciar su nombre mostrando la falta cometida. Lo más recomendable es premiar sus buenas acciones con caricias o palabras positivas.
 
 
Asimismo, sugirió desgastar la energía acumulada del can con un paseo diario de 30 a 45 minutos con collar. Esto evitará el destrozo de  plantas, cojines, pantuflas, patas de mesas o sillas. “Lo que no entiende la gente es que no importa cuan grande sea la casa el perro tiene que salir a caminar”, indicó. 
 
El psicólogo sugirió “no dejar  pasar por alto nada” de lo  contrario las faltas  serán constantes e imparables. Añadió que “la  mejor manera de tener un perro es aceptar que es perro”. Es por ello que no se debe reprenderlo como si fuera una persona y tampoco asignarle “títulos de hijo”. Además, hay que marcar claramente los límites físicos.
 
“El perro no habla castellano y de nada sirve que le digas: ¡Te dije que  no hagas Lulú!, ¿Por qué hiciste eso? y mientras Lulú se va, la dueña sigue diciendo ¡Que sea la última vez!”, enfatizó.
 
Además, dijo que “no existen perros malos, sino la mala educación provista por el humano”. Razón por la cual es importante educar antes al propietario.
 
 
 

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